El exlíder de la CGT y titular de Camioneros, Hugo Moyano, anunció días atrás gestiones para sumar al Sindicato del Subte (AGTSyP) a la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT).
La novedad generó impacto en el seno de la entidad nacional que en la firma conduce el ferroviario Sergio Sasia, también secretario general de la Unión Ferroviaria. La entidad comienza a caminar sin él.
Moyano, sabio y de buen timing, jugó una carta en el momento justo. El histórico dirigente aplicó un golpe que configura otro salpicón contra Sasia, que por estas semanas afronta tal vez su peor momento al mando de la CATT.
El camionero, desde su oficina en el sindicato, le impuso el arribo a la confederación de un gremio de la CTA, tras reunirse con Segovia, Juan Pablo Brey de Aeronavegantes y Jorge García de Taxistas.
Hoy tuvimos una reunión con grandes dirigentes, formulando estrategias sindicales.#AHORA pic.twitter.com/6OubvvI4SQ
— Nestor Segovia (@nestor_segovia) March 7, 2024
Las gestiones a espaldas de Sasia abren interrogantes acerca del rol que hoy el ferroviario estaría llevando adelante en la organización, que perdió peso en las mesas de negociación sin capacidad de incidir en las tomas de decisiones en los ámbitos del sector.
Suma otro punto en contra, el resurgimiento durante su gestión de la UGATT (Unión General de Asociaciones Sindicales de Trabajadores del Transporte), un viejo sello que había entrado en desuso y hoy contiene a pesos pesados del transporte, como la UTA y La Fraternidad, vaciendo de poder de juego a la CATT.
La fallida paritaria de los ferroviarios
Sasia también atraviesa días difíciles en la negociación salarial de los ferroviarios. El dirigente fue protagonista de la «no paritaria» 2024, tras anunciar un acuerdo salarial que nunca existió.
La realidad es que hoy la Unión Ferroviaria tiene “suspendida” su paritaria, por orden del ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo. La negociación está en un punto muerto, y va camino a desaparecer, propiciando el mismo destino para los trabajadores representados por APDFA y Señaleros, que son conducidos políticamente por Sasia, quien se encargó de que Adrián Silva y Enrique Maigua no tengan capacidad de injerencia.
El gobierno tiene pautas salariales inquebrantables hasta el momento, y quiere el mismo porcentaja (de 12% a 16%) para todos los trabajadores del sector público, siendo indistinto si está frente a empleados de la administración pública o trabajadores de empresas. Junto con ello, está la otra regla casi de oro del gobierno: acuerdo que no se firma, paritaria que se pierde. Y como pasó en enero, ya estamos al borde de que miles de trabajadores ferroviarios se queden sin nuevos aumentos.
En esta encrucijada, fuentes del sector confiaron que Sasia se aferra a la esperanza de poder estar en la mesa donde se decidan los despidos, para poder direccionarlos hacia sus rivales directos y/o posibles oponentes, estando dispuesto para ello a olvidarse de la paritaria.
«No es casualidad el silencio de la Unión Ferroviaria, APDFA y Señaleros. En abril empieza la nueva paritaria, y buscan que con ella la gente se olvide de lo que perdió en términos salariales», señalan a Mundo Gremial.
Los representados por Sasia, en el interanual, perdieron contra la inflación casi un 35% del salario. Los sueldos de los ferroviarios, que siempre supieron estar por encima de la media, llegando a ser señalados como abultados, en menos de 6 meses fueron “normalizados”, pasando a estar en el promedio de los salarios de los trabajadores del transporte.
Hoy un chofer de colectivo sin antigüedad, ni viáticos, tiene un sueldo conformado de base de 987 mil pesos, algo que es muy difícil de alcanzar para la gran mayoría de los trabajadores convencionados del sector ferroviario.