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Una niñera denunció que su empleador la grababa desnuda con cámara oculta

SCALDIA
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Kelly Andrade es una joven colombiana de 25 años que llevaba tres semanas de trabajo como niñera en la casa de una familia estadounidense cuando descubrió algo que la espantó.

El padre de los cuatro niños que ella cuidaba había instalado una cámara oculta en su habitación, con la que la grababa todo el tiempo, incluso en las situaciones en que ella se encontraba desnuda, o mientras se cambiaba.

El hecho ocurrió en el distrito de State Island, en Nueva York, Estados Unidos, donde la muchacha había ingresado a trabajar al domicilio de Michael Espósito, un empresario dueño de tres locales de una franquicia de comida rápida estadounidense. Para realizar su labor como niñera, se había capacitado en Colombia en un programa llamado Cultura Care Au Pair.

De acuerdo con la denuncia realizada, Espósito había escondido la cámara con la que la grababa en un detector de humo. Ella comenzó a sospechar que había algo extraño en ese objeto, porque el dueño de casa frecuentemente entraba a su habitación para manipularlo.

Movida por la curiosidad, un día Andrade decidió explorar el dispositivo contra incendios y se encontró con la desagradable sorpresa de que allí se encontraba oculta una cámara. Todavía shockeada por el hallazgo, la joven sacó la tarjeta de memoria de la cámara y descubrió que su jefe tenía cientos de tomas de ella desnuda, o poniéndose o quitándose la ropa.

Según lo que consta en la Corte Federal de Brooklyn, y lo que Andrade relató al medio estadounidense New York Post, vivió otro momento de desesperación tras descubrir que la grababan en secreto. Es que pocos minutos después de haber hallado la cámara, Espósito llegó a la casa claramente desencajado. La niñera trató de hacerse la dormida para evitarlo, pero él golpeó con violencia la puerta de su habitación, y estuvo a punto de tirarla.

Entonces, Andrade tomó la decisión de huir de la casa por la ventana. Saltó del primer piso y se lastimó la rodilla. Lesionada y sin conocer el barrio, se las arregló para encontrar una estación de policía, denunciar a su jefe y entregar la tarjeta de memoria.

Todo esto ocurrió en marzo, y el 24 de ese mes, Espósito fue arrestado acusado de un delito grave de vigilancia ilegal, pero fue liberado poco tiempo después bajo su propia responsabilidad. Según su abogado, la cámara en la habitación de Andrade era parte de todas las demás instaladas en la vivienda por seguridad.

El letrado aseguró que su cliente no incurrió en ningún delito porque no era ni la casa ni el dormitorio de la joven, ni tampoco un vestidor público.

Por su parte, Andrade está demandó a Esposito y Cultural Care (según ella, la organización no la asistió) por daños no específicos, alegando discriminación y haber tenido que vivir un ambiente de trabajo hostil. Calificó el comportamiento del dueño de casa, además, como “extremo e indignante”.

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