La Tierra es un planeta que tiene 4.500 millones de años. Se formó al mismo tiempo que todos los planetas del Sistema Solar. Y como todo en el Universo, está destinada a tener un final. Casi todos piensan que la muerte de la Tierra como planeta tendrá lugar cuando el Sol cambie de fase y pase a ser una estrella gigante roja, dentro de unos 5.000 millones de años. Pero es muy probable que la vida en la Tierra desaparezca muchísimo antes.
“Probablemente dentro de 500 o 600 millones de años, dependiendo de cómo evolucione nuestro Sol”, explicó a Aire Digital el geólogo español Nahúm Méndez Chazarra, especialista en geología planetaria y monitorización de desastres y otros eventos terrestres.
Desde su nacimiento, poco antes de la formación de los planetas que lo rodean, el Sol fue aumentando su brillo –y lo sigue haciendo–. Brillaba un 25% menos, aproximadamente, de lo que brilla hoy. “El brillo sigue aumentando con el tiempo. Esto va haciendo que la temperatura de nuestro planeta vaya subiendo progresivamente”, contó Méndez Chazarra.

Dentro de 5.000 millones de años, el Sol habrá consumido todo el combustible de su núcleo, el hidrógeno. Crecerá hasta convertirse en una estrella gigante roja y luego, pasará a ser una enana blanca.
Este calentamiento traerá consecuencias a la Tierra y otros planetas mucho antes de lo que se espera. “La temperatura del planeta va a ir subiendo hasta niveles en los que los mares van a empezar a evaporarse. Va a haber temperaturas altísimas en la Tierra, que puede que se convierta en un planeta muy similar a lo que es Venus hoy, con una atmósfera muy gruesa y temperaturas de cientos de grados. En ese momento, la vida ya no será posible”, reveló el experto.
“Quizá dentro de millones de años la temperatura sea tan alta que solamente puedan vivir en la Tierra organismos muy pequeños que se hayan podido adaptar a esas temperaturas. Este es un posible final de la Tierra ”, dijo.
Otro de los grandes problemas -a nivel geológico- a los que se enfrenta la humanidad es la colisión de posibles asteroides que puedan encontrarse en el camino. “Si bien pueden no destruir la Tierra, pueden llevar a un final muy rápido de la civilización tal y como la conocemos”, explicó el divulgador científico.

Concepto de artista del bombardeo intenso que tuvo lugar en los inicios de la Tierra.NASA’s Goddard Space Flight Center Conceptual Image Lab (Laboratorio de imágenes conceptuales del Centro de vuelo espacial Goddard la NASA)
Un ejemplo es lo que ocurrió con los dinosaurios. La extinción vino provocada por la colisión de un asteroide contra el planeta, en lo que hoy es el Golfo de México, muy cerca de la Península de Yucatán. El experto aseguró que “eso podría volver a ocurrir”.
“Quizá dentro de millones de años la temperatura sea tan alta que solamente puedan vivir en la Tierra organismos muy pequeños que se hayan podido adaptar a esas temperaturas”, dijo Méndez Chazarra.
Y dijo: “Los dinosaurios no podían, pero nosotros somos capaces de detectar todos estos cuerpos más peligrosos que pueden entrar en un rumbo de colisión con la Tierra. Por eso tenemos que estar observando, porque en cualquier momento puede aparecer un cuerpo muchísimo más lejano y cruzarse por nuestra órbita. Si bien en los próximos siglos no tenemos ningún riesgo de una colisión ¿quién sabe si, dentro de mil o dos mil años, eso ocurra?”.
Este sería otro posible final de la vida en la Tierra.
Acelerando el final
Los cambios climáticos a lo largo de la historia, que dieron lugar a la extinción de los seres que fueron habitando el planeta, ocurrieron a lo largo de muchísimos años. Las especies tuvieron miles de siglos para adaptarse. Pero si el cambio ocurriera en menos tiempo, en décadas o pocos siglos ¿es posible que la civilización se adapte?
“El ser humano no se va a poder adaptar a un cambio brutal de temperatura. No tenemos una solución para eso”, explicó Méndez Chazarra.
“Ahora mismo estamos entrando a un período de calentamiento global muy rápido y muy intenso. Nuestra atmósfera tiene una concentración de gases que va cambiando, pero el ser humano ha conseguido ser uno de los grandes emisores de gases a la atmósfera, por encima de los que emite la propia Tierra, como con los volcanes. Somos capaces de emitir más gases de efecto invernadero que los volcanes. Esto nos tiene que hacer conscientes de cómo somos capaces de cambiar el planeta”, advirtió el especialista.
Las consecuencias de estas conductas, adelantarán el final de gran parte de la vida en la Tierra más pronto de lo que debería ser.

La estrella de mar de color ocre ayuda a la diversidad específica en zonas de marea baja ya que se alimenta de mejillones que podrían invadir otro tipo de vida marina. Pero la vida marina peligra con las amenazas del calentamiento global.Fundación Nacional de Ciencia / Genny Anderson, Santa Barbara City College
“Habrá zonas del planeta en las que la temperatura va a subir muchísimo, como en las zonas más desérticas. Por esto va a haber refugiados climáticos, algo que ya ocurrió otras veces en la historia, en la zona de África o Asia, donde vive mucha gente cerca de zonas verdaderamente desérticas. Esa gente no va a poder seguir viviendo ahí con el aumento de la temperatura. Las condiciones van a ser irrespirables. Eso va a provocar que mucha gente tenga que emigrar de sus países a donde las temperaturas sean más adecuadas. Además, especies de animales y plantas que estaban adaptadas a este clima, no tendrán más remedio que desaparecer porque, a una planta, por ejemplo, no le va a dar tiempo de adaptarse. A lo mejor algunos animales sí van a poder. Pero hay una gran parte de la vida en la superficie de la Tierra que probablemente sufra una extinción”, dijo el experto.
“El ser humano no se va a poder adaptar a un cambio brutal de temperatura. No tenemos una solución para eso”, explicó Méndez Chazarra.
Pero no termina acá. Los océanos, que conforman el 70% del planeta y tienen el elemento fundamental para la vida, también sufrirán duras consecuencias.

Vista nocturna del volcán Kilauea, en Hawái. Es uno de los volcanes más activos de la Tierra. Los volcanes son responsables de la emisión de gases de efecto invernadero de forma natural.NASA
“Debido a la cantidad de dióxido de carbono que están absorbiendo los océanos (que incluso hacen que la temperatura no suba rápidamente), las aguas van a empezar a subir su acides. Esto va a provocar que los corales, que son lugares donde hay una gran biodiversidad, se empiecen a morir. También, el aumento de las temperaturas en los mares y océanos puede provocar que zonas en la profundidad se queden sin oxígeno. Pueden morir muchas especies de animales y plantas que vivan allí. Sumando efectos, unos tras otros, vamos viendo que, en el futuro de la Tierra, la vida no va a desaparecer, pero la especie humana probablemente se vea en un peligro bastante importante”, explicó.
Lo más alarmante es que el ser humano no va a ser capaz de volver al estado anterior el clima. “No vamos a saber volver hacia atrás. No vamos a encontrar una solución fácil. Por eso hay que empezar a tomar medidas inmediatamente. Hay que seguir investigando sobre energías renovables y reducir las emisiones que estamos haciendo ahora. Aunque no sea fácil”, finalizó.
Y si “muere” la Tierra, ¿se podrá vivir en Marte?
La preocupación sobre los posibles finales de la Tierra hizo que los científicos, ingenieros y grandes magnates del mundo empiecen a buscar otro lugar para poder vivir. Marte, el planeta más cercano, es el principal objetivo hoy. Sin embargo, ¿es posible “terraformar” este planeta?

Imagen de un video que muestra al planeta Marte en 1800 millones pixeles.
Marte fue un planeta similar a la Tierra en los primeros 1.000 o 1.500 millones de años. Poco a poco fue convirtiéndose en el planeta que vemos hoy: frío y sin agua, con pocos cambios. “En Marte no hay los suficientes gases ni agua como para que nosotros tengamos la capacidad de volverlo como nuestro planeta porque tiene una atmósfera muy tenue, con muy poca presión. Marte perdió un porcentaje de atmósfera y agua inmenso. No va a ser “terraformable”. Los grandes magnates como Elon Musk o Jeff Bezos están indagándose sobre cómo podemos volver Marte en un lugar habitable”, contó el geólogo, que colabora además con el proyecto HiTranslate del instrumento HiRISE que viaja abordo de la Mars Reconnaissance Orbiter.
“Algunos sostienen que habría que hacer chocar asteroides contra Marte hasta que se caliente su superficie y atmósfera, y se liberen esos gases que tienen los cometas y los asteroides. Pero esto requiere una cantidad de años inmensa. No tenemos la tecnología y no sabemos si es viable. Marte tiene muchos problemas más que afrontar antes que esto”, reveló. “Ahora parece improbable que sea “terraformable”, pero quién sabe dentro de unos 100 años, según la tecnología que tengamos”, explicó.
Pero no descartó que sí se pueda vivir en Marte si se hace de una forma resguardada. “Podemos vivir en colonias bajo algunas formas de adaptación. Siempre dentro de un ambiente controlado”, contó.