Por ANDRES GIMENENZ – En la mañana de hoy, el paisaje del predio del ferrocarril amaneció con una novedad: nuevos movimientos y la colocación de perfiles en la estructura destinada al ansiado torno bajo piso. Sí, ese mismo que ha sido tema de conversación y debate desde que comenzó su construcción el año pasado, en pleno fervor de la campaña política.
Para quienes tienen la memoria fresca, recordarán que la obra se inició con bombos y platillos, prometiendo ser un hito en la infraestructura local.
Pero, como suele pasar, después de las elecciones, la actividad se paralizó y dejó a muchos preguntándose si sería una más de esas promesas que se lleva el viento.
Hoy, sin embargo, las máquinas y obreros vuelven a la carga. ¿Será una señal de que, finalmente, la faraónica obra verá la luz? Esperemos que sí. Después de todo, cualquier avance que genere empleo local es más que bienvenido. Solo queda cruzar los dedos y preguntarnos si esta vez será diferente. ¿Veremos el torno bajo piso funcionando o volveremos a quedarnos con la ilusión? El tiempo dirá.