Un motel ubicado en la intersección de Ruta 39 y calle San Lorenzo fue escenario de un insólito robo. El encargado del albergue transitorio, al realizar su recorrido habitual, notó que una de las habitaciones tenía la luz encendida, lo que le llamó la atención.
Al ingresar, se encontró con que la alarma de ingreso había sido cortada. Los ladrones se llevaron un acolchado, un espejo y un juego de toallas, dejando el cuarto visiblemente despojado.
La denuncia fue realizada inmediatamente, y las autoridades ya se encuentran investigando el caso. Este tipo de robos en establecimientos de este tipo son poco comunes, pero generan preocupación entre los dueños y trabajadores del local.
El hecho resalta la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en estos lugares, especialmente en áreas menos transitadas, para evitar que episodios como este se repitan.
