Uno de los secretos del éxito de audiencia de Bienvenidos a bordo es ser un programa de entretenimiento familiar y sin gran despliegue. Siendo un programa grabado hay gran cantidad de trabajo que pasa inadvertido para el espectador. Al menos hasta que un error de edición lo dejó al descubierto.
En la noche del miércoles, los famosos invitados se preparaban para su habitual performance de baile. La idea es ofrecer un número corto y que después uno o dos espectadores elijan el que más le gustó.
Entre los participantes de la noche estuvo Noelia Marzol quien, embarazada de siete meses, hizo una coreo de tango.
Sin embargo, en el medio del baile y por menos de un segundo, un plano los mostró a ella y a su compañero con barbijo. Elemento que no tenían puesto ni al empezar ni al terminar. Es decir que, al menos ese pasaje, se grabó más de una vez y fue editado.
De esta manera, se comprobó que no necesariamente estos pasajes del programa son ejecutados de principio a fin. Quizás, con la intención de hacerlos más atractivos, se repitan y luego sea el montaje el que les dé el toque final.
