Como suele suceder habitualmente en Intrusos, algunos temas sirven de excusa para tratar otros asuntos. Pero esta vez, Jorge Rial utilizó toda la ironía posible cuando hablaba sobre la renuncia de Florencia Peña al Bailando 2020 para protagonizar un show de indirectas que claramente estuvieron dirigidas hacia Marcela Tauro, su compañera que discutió con él y abandonó el programa, y cuyo futuro en América aún es incierto.
Luego de que Adrián Pallares desmienta la versión sobre que la actriz desembarcará muy pronto en las mañanas de Telefe, indicó que le comentaron que la intérprete de Moni Argento es “sanatera” con respecto a los motivos que otorgó para no estar en Showmatch. Sin el conductor cuestionó a los integrantes del universo de Laflia. “No hay que tomar esto como una traición de lesa humanidad. Lo digo por todos los esbirros que trabajan en ese programa. Creen que es un delito de lesa humanidad tener una idea propia por fuera de los satélites de Marcelo Tinelli. Si alguien tiene una idea propia y dice ‘este año quiero hacer otra cosa’, lo matan. Es una mierda de persona”, sostuvo el periodista, para luego lanzar, con un tono de voz bastante jocoso, una frase muy picante.
“Chicos, perdón, la gente se va de los lugares por voluntad propia. Tampoco podés evitar que toda la gente que se quiere ir, que se vaya. ¿O no?”, preguntó Rial, causando la risa de su colega, que eligió no responder a la consulta.
“Hay gente que dice ‘me quiero ir’ y hay que dejarla ir. Tienen que volar”, expresó con sarcasmo el padre de Rocío y Morena, para luego volver al caso de Flor Peña y seguir cuestionando a quienes en están molestos con que se haya marchado del certamen de baile.
Como si no hubiese sido lo suficientemente claro, el conductor de Intrusos añadió otra opinión que se vincula con las declaraciones que la panelista hizo en el día de ayer en una entrevista con Los Ángeles de la Mañana, donde aclaró que no está desvinculada del histórico ciclo, sino “en rotación”.
“Ahora entiendo por qué hay tanto quilombo con la gente que tiene ganas de volver”, disparó el marido de Romina Pereiro, mientras que Pallares, atento a lo que él decía, solo atinó a poner una sonrisa cómplice para la cámara que lo enfocó.