El 75 por ciento de las mujeres policías santafesinas sufre violencia laboral, de acuerdo a los datos recabados por la Red Nacional de Mujeres Policías.
Un proyecto de ley con media sanción de la Cámara de Diputados busca crear el “Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías” en la provincia.
Las mujeres policías de nuestro país reclaman desde hace tiempo la incorporación de la perspectiva de género a los reglamentos policiales. Argumentan que fueron creados por y para hombres, redactados en un contexto histórico en el que ellas no eran contempladas como parte de la fuerza. En muchas de las instituciones de Argentina la misoginia sigue vigente y la Policía no es la excepción.
En Santa Fe, compañeras policías trabajaron durante meses junto con la diputada Alicia Gutiérrez en busca de generar herramientas que les permita denunciar las situaciones de violencia y abusos de poder que sufren en la cotidianeidad.
La legisladora fue la encargada de dejar en papel las directrices: así fue como crearon conjuntamente el proyecto de ley para hacer un Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias (CIPGEN). Aprobado recientemente por unanimidad en la Cámara de Diputados de Santa Fe, la iniciativa fue girada a Senadores para su tratamiento.
Los puntos clave del proyecto
El centro (CIPGEN) tiene por objetivo garantizar la asistencia y acompañamiento integral a mujeres víctimas de violencia de género en el ámbito laboral que se desempeñen tanto en la Policía de la Provincia, la Dirección General del Servicio Penitenciario como en el Instituto Autárquico de Industria Penitenciaria.
Aire Digital dialogó con Miriam Reibel, una de las referentes de la Red de Mujeres Policías en Santa Fe. “A nosotras no nos escucha nadie y nosotras escuchamos a todos. A la hora de los ascensos están primeros ellos y después nosotras, porque tenemos un régimen machista y verticalista. Y no se sufre de ahora, se sufre desde hace años. Yo estoy jubilada y desde hace 30 años a la fecha se ven estos tipos de abusos de poder sobre las mujeres. Las chicas se sienten contenidas gracias a la Red porque ninguna tenía a dónde ir a pedir socorro. Si denunciaban con sus propios superiores o compañeros caía en saco roto. Nos tildaron toda la vida de locas histéricas”, explica.
El proyecto incluye la implementación de mecanismos de contención y acompañamiento para las mujeres que así lo necesiten. Incluso contempla los casos de violencia intrafamiliar. Propone brindar a las víctimas asesoramiento jurídico y contención psicológica, así también como instar al Ministerio de Seguridad para que genere las herramientas necesarias tales como otorgar licencias, readecuar tareas, implementar traslados y, por sobre todas las cosas, dejar constancia de las situaciones en los legajos laborales.
Para ello, consideran primordial la creación de una Dirección Nacional a nivel provincial y 5 delegaciones a cargo de una coordinadora (una por nodo). Cada una de las delegaciones del CIPGEN tendrá una referente por unidad regional de policía y otra por unidad penitenciaria.
¿Quién escucha a las que escuchan?
Uno de los disparadores principales que permitió cuantificar las situaciones de violencia fue una encuesta llevada a cabo por la Red hace un tiempo. ¿Qué datos se recabaron? Que el 75% de las mujeres consultadas sufrió violencia de género. Esto se convirtió en una alarma de aviso para repensar las estructuras de la fuerza. Y el Estado no puede permanecer ausente y en silencio frente a ello.
Las denuncias son múltiples: la relegación de personal policial femenino a rangos inferiores bajo el denominado techo de cristal, abusos sexuales por parte de superiores o compañeros, injusticias a la hora de tomar licencias por maternidad o pedidos especiales de traslados por cuestiones familiares al ser sostenes principales –considerándose el embarazo como un impedimento para ser policía.
Muchas de estas mujeres no se animan a denunciar y, a pesar de las normativas vigentes en materia de género, muchas veces no se cumplen o se conceden a cambio de “favores” sexuales o económicos. Estas situaciones no se limitan solo a la provincia de Santa Fe, pero sí es pionera en implementar este mecanismo. A nivel nacional, en los últimos meses se han conocido casos de femicidios en mano de sus parejas pertenecientes a la misma fuerza.
“Uno por ahí ni se imagina lo que puede suceder dentro de una fuerza de seguridad con respecto a las mujeres. Dentro de la repartición somos un número más. Las encuestas fueron anónimas pero siempre está el miedo. Si bien con el caso de abuso laboral hay una ley que es para empleados públicos, a nosotras no nos llega porque el régimen nuestro es muy distinto”, argumenta Miriam Reibel.
Ley Micaela
La Ley Micaela supuso una bisagra en la historia de nuestro país, en memoria de Micaela García -la joven de 21 años violada y asesinada en 2017 en la localidad entrerriana de Gualeguay. ¿Qué establece? La capacitación obligatoria en género para todas las personas que integran los tres poderes del Estado.
La iniciativa de Alicia Gutiérrez va de la mano con algo que ya funciona en nuestra provincia: desde el año pasado, el gobierno puso a disposición un curso obligatorio para sensibilizar a todos los rangos de la policía santafesina en este ámbito.
Sin embargo, no es suficiente. “Nosotras estamos desamparadas totalmente con lo que es perspectiva de género, la sociedad no sabe lo que nosotras como mujeres vivimos dentro de la fuerza de seguridad. La media sanción en Santa Fe es histórica, necesitamos ser reconocidas y valoradas”, concluye la referente Miriam Reibel. Ahora queda esperar la voluntad política para que el Centro Integral con Perspectiva de Género para Mujeres Policías y Penitenciarias sea finalmente una realidad.
