En una polémica decisión que ha sumido a más de 40 empleados municipales en la desilusión y la incertidumbre, la administración encabezada por Marcelo Andreychuk ha revocado los decretos firmados durante la última etapa de la gestión de Horacio Rigo.
El Decreto Nº 0051/24 emitido por la Municipalidad de San Cristóbal, aborda la revisión de designaciones y re-categorizaciones de personal realizadas durante el período anterior.
La controversia surge de la anulación de decretos que otorgaban beneficios a los empleados municipales durante la gestión anterior. La administración actual sostiene que estos decretos carecen de fundamentos legales sólidos, dejando a más de 40 trabajadores en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad.
Lo más sorprendente es el tiempo que ha transcurrido desde la anulación de los decretos, con 50 días hasta que la administración de Andreychuk comunicó oficialmente la decisión. Esto ha generado cuestionamientos sobre la eficacia política del nuevo gobierno y plantea la posibilidad de un desinterés absoluto hacia las necesidades y aspiraciones de los trabajadores afectados.
En este contexto, las críticas no se limitan a la legalidad de la medida, sino que se centran en la falta de «Justicia Social» o poca sensibilidad social. Jefes de familia, que dependían de los beneficios obtenidos a través de los decretos ahora anulados, se encuentran en una situación complicada en un contexto social difícil, sin las garantías y apoyos que antes tenían.
El sindicato Municipal, tras varias reuniones con sus afiliados y la promesa de encontrar un punto medio beneficioso para ambas partes, se ve en una posición comprometida. A pesar de las expectativas creadas por el actual ejecutivo, las soluciones anunciadas no se han materializado, generando frustración y desconfianza entre los trabajadores representados por el sindicato.
El enojo ha crecido entre los empleados afectados, a quienes se les pidió un descargo que justificara sus designaciones decretadas. Sin embargo, las notas presentadas parecen haber caído en oídos sordos, generando una sensación de desdén por parte de las autoridades municipales.
Esta crisis en el Sindicato Municipal deja al descubierto la urgente necesidad de un diálogo transparente con el Ejecutivo y la búsqueda de soluciones que atiendan las legítimas preocupaciones de los trabajadores afectados, quienes se sienten desilusionados, desfavorecidos y desatendidos en medio de esta situación incierta.
