Restos óseos hallados por albañiles, Tras casi nueve años de angustia, una familia de Santa Fe puede empezar a tener respuestas de qué le ocurrió a Caterina Eugenia Giménez, desaparecida en 2013. La Brigada de Femicidios, dependiente de la Agencia de Investigación de Trata de Personas y Violencia de Género de la AIC, reactivó la investigación por el hallazgo de restos óseos en una vivienda de la zona norte de la ciudad de Santa Fe en 2019 y pudo precisar que se trataba de Caterina.
La investigación es comandada por la fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Familiar y Sexual, Alejandra Del Río Ayala, y se encamina en precisar la fecha y la causa de muerte, como así también los posibles responsables del crimen.
Los investigadores de la Brigada de Femicidios reabrieron la causa y lograron identificar a quién pertenecían los restosGentileza AIC
Investigación archivada y reactivada
La creación de la brigada de Femicidios, en abril de 2021, tiene como finalidad abocarse a la investigación de toda muerte violenta de mujeres. La Unidad de Gefas dispuso la reapertura de algunas causas jamás esclarecidas, ya archivadas, diligenciadas en su momento por la División Homicidios.
Así, en octubre de 2021 se dio la reapertura de una causa de 2019, caratulada «hallazgo de restos óseos NN» donde se investigaba la aparición de restos humanos enterrados bajo el contrapiso de un garaje en Aristóbulo del Valle al 7700. En esa oportunidad no se logró establecer a quién pertenecían, ni la causa de muerte, la fecha, los involucrados, y eventualmente se dispuso el archivo de las actuaciones.
Con la intervención de la brigada de Femicidios, se llevaron a cabo una serie de medidas y, a través del Cuerpo Médico Forense, del Servicio de Antropología Forense, se logró determinarse que los restos hallados pertenecían a una joven mujer de entre 14 y 18 años, de contextura chica y de 1.55 a 1.60 metros de altura.
En el legajo figuraba también el reclamo de una mujer, que se presentó en sede policial y judicial, y manifestó tener fuertes sospechas que esos restos podrían ser de su hija Caterina Eugenia Giménez, de 16 años, que desapareció en 2013. La mujer explicó que su hija ejercía la prostitución en inmediaciones de donde se produjo el hallazgo de los restos, tras dejar a su pequeño hijo con el papá.
Desde la reapertura de la investigación, en octubre de 2021, los investigadores de la brigada de Femicidios retomaron la investigación y completaron un sinnúmero de medidas, averiguaciones, tareas de campo, con intervención de la fiscal Alejandra del rio Ayala, quien requirió un cotejo de ADN entre la mamá y el hijo de Caterina, y las muestras resguardadas, por parte del Servicio de Genética Forense del Laboratorio Forense de Santa Fe.
A fines de febrero de 2022 se obtuvieron los resultados de dicho estudio y se pudo determinar que se trataban de los restos de Caterina Eugenia Giménez. Ahora, la investigación se abocará a determinar la causa de muerte y el responsable.
Cómo fue el hallazgo
El 1ro de marzo de 2019 un grupo de obreros que realizaban tareas de construcción en inmediaciones a una vivienda, se toparon con restos óseos mientras excavaban. El descubrimiento tuvo lugar en un pasillo lindante a la casa en la que trabajaban, ubicada en Aristóbulo del Valle al 7700.
Allí, los trabajadores quedaron sorprendidos al levantar el contrapiso de hormigón, donde encontraron varios restos óseos enterrados. La propietaria de la finca dio inmediato aviso al personal policial, quien arribó junto a la PDI.
En horas de la noche, desde el departamento de Investigaciones, confirmaron que los huesos pertenecen a un humano y serían de una mujer. Al entrevistar a la dueña de la vivienda, la misma manifestó que alquila ese lugar desde hace solo quince días.
En tanto, se dio intervención a la fiscal Cristina Ferraro del área Homicidios, quien quedó a cargo de la investigación para determinar la identidad de los restos y las circunstancias en las que llegaron allí. La causa fue caratulada como “Investigación de muerte”.