Cuatro internos amenazaron con suicidarse ascendiendo a una antena de 6 metros de altura.
“Que baje la fiscal porque nos vamos a amotinar”, pedía un preso que se encontraba alojado en el calabozo de la Comisaría Comunitaria 5. El pedido era realizado a través del equipo de comunicaciones de la sede policial ubicada en Alfonso Quinzio y avenida Antenor Álvarez, del barrio Jorge Newbery. Eran aproximadamente las 2.30 de la mañana de ayer.
Desde horas de la tarde de anteayer, los internos se mostraron violentos y con intenciones de agredir al personal policial de la guardia. Hasta que a la 1.30, aproximadamente, el cabo Carlos Paz Ledesma y el oficial ayudante Emiliano Perea, estaban en la sala de comunicaciones receptando una denuncia a una mujer.
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En ese momento, escucharon un ruido que provenía desde el frente de la comisaría, por lo que salieron a ver qué estaba pasando. Era un detenido —identificado como Nahuel Llanos, residente en la Capital, quien está detenido por el delito de robo— que estaba huyendo. De inmediato, fue interceptado por los uniformados. Una vez más fue alojado en el calabozo, junto a otros doce internos más.
Al cabo de unos minutos, Llanos intentó evadirse nuevamente. Fue interceptado por el oficial ayudante y el cabo, por lo que se produjo un forcejeo. Los policías tenían en el piso al reo cuando otro detenido, identificado como Martín Páez, conocido como “Monito”, residente en el barrio Juan Felipe Ibarra, sorprendió por la espalda al oficial ayudante y le extrajo desde la pistolera, el arma reglamentaria. “Monito”, mientras que en el calabozo se comenzaron a escuchar los gritos de los presos y empezaron las corridas. Los policías lograron liberarse, salir a la calle y alertar a sus colegas.
El hecho generó la presencia de dotaciones del Cuerpo Guardia de Infantería, de la Unidad de Situaciones de Alto Riesgo (USAR), del Comité de Crisis, del fiscal coordinador de Capital, Dr. Mariano Gómez, y del fiscal de turno de Capital, Dr. Ángel Belloumini, quienes se apersonaron en las instalaciones de la Comisaría Comunitaria 5, donde se llevó a cabo el motín. Afortunadamente, pese a la tensión, no se registraron lesionados.
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Cinco horas de negociaciones
Cristian Lugones, Daniel Chapa y Cristian Gallo son presos de la Comisaría Comunitaria 5. En primera instancia protagonistas del motín, pero inmovilizados de inmediato. Fueron trasladados a la Alcaidía de la Comisaría Comunitaria 2. Todos se encuentran imputados de delitos menores.
Mientras la situación se ponía cada vez más tensa, Luciano Corvalán Núñez, conocido como “Barullo”, ascendió al techo de la sede policial y posteriormente a una antena. Mientras una tormenta eléctrica se desataba en la ciudad y una intensa lluvia caía, el acusado de robo calificado, decidió deponer su actitud. Recapturado y trasladado a la Comisaría 2ª.
Cerca de las 3.30 se iniciaron las negociaciones por parte de los efectivos del USAR. Los revoltosos que continuaban tomando la comisaría y ocasionando destrozos eran Luis Herrera, Rodrigo Leguizamón, Carlos Acuña y Manuel Reynaldo Díaz, alias “Quemao”, quienes estaban en el techo de la comisaría y amenazaban con suicidarse.
Mientras que Martín Páez, alias “Monito” empuñaba el arma de fuego del oficial ayudante Perea y se atrincheró en el calabozo, donde habría estado con un policía, mientras pedía hablar con los fiscales.
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Los fiscales y los efectivos negociaron las condiciones y garantías que los presos solicitaban, por el lapso de cinco horas. A las 7.30, se logró controlar la situación
y lograr recapturar a los evadidos.
Investigan a los líderes del motín
Tras las negociaciones y lograr controlar la tensa situación que se desató en la Comisaría Comunitaria 5, comenzaron a escucharse acusaciones cruzadas entre quién sería el cabecilla del motín y el resto.
Según algunos internos, habría sido Manuel Reynaldo Díaz, alias “Quemao”, residente en el barrio Libertad, el que ideó la locura y el caos. Díaz, quien se encuentra detenido por los supuestos delitos de lesiones y amenazas en contra de sus exparejas y evasión. A Díaz lo apresaron luego de que agrediera a sus exconcubinas y ascendiera al techo de una vivienda donde amenazó con suicidarse. Al detenerlo, en una audiencia, tomó una hoja de afeitar y amenazó con matarse en el Palacio de Tribunales. Alojado en el hospital Neuropsiquiátrico Diego Alcorta, de donde huyó. Posteriormente, fue recapturado.
Otro de los presos sindicado de ideólogo del motín, es Martín Páez, alias “Monito”, quien se encuentra imputado de los delitos de lesiones y amenazas. Agredió a ladrillazos a un vecino de apellido Pereyra, en un incidente que se produjo en calle Magallanes del Juan Felipe Ibarra. Ambos, esperan indagación.
