istracción, falta de campañas de impacto que indiquen cómo deben usarse, cansancio, negación de la pandemia, desconocimiento. Son muchas las razones por las cuáles las personas, en la medida que la pandemia fue avanzando, dejaron de usar el barbijo.
Se lo colocan en forma incorrecta exponiéndose y exponiendo a otros al contagio del Sars Cov 2. Ante una nueva ola en la Argentina, es imprescindible recordar la importancia de usar tapabocas y hacerlo exactamente como se debe.
Hasta tanto aparezca la aurora de un día mejor dada por la vacunación contra elCovid-19, en la mayor parte de la población mundial, deberemos seguir apelando a que el compromiso colectivo nos permite alejarnos los más posible del virus debiendo continuar con la prácticas del uso de barbijos, distanciamiento social y frecuente lavado de manos. Medidas fuertemente y mundialmente recomendadas por autoridades en salud y que a veces parecen costarnos a todos.
Tal vez una de las discusiones que más tiempo tomó finiquitar desde los inicios de la pandemia ha girado en torno a la utilidad o no del uso de barbijos/tapabocas por parte de la población como medida para evitar el contagio del SARS-CoV-2.
No obstante, la Organización Mundial de la Salud (OMS) desde 2020 aconsejó que los gobiernos alienten a sus comunidades en general a usar barbijo como parte de una serie de medidas de prevención que deben incluir también el lavado de manos y la distancia social. El debate parece haberse trasladado últimamente a la efectividad del uso de doble barbijo de acuerdo a recientes recomendaciones del CDC (Centro de Control de Enfermedades) de Estados Unidos.
Pero hoy nadie duda que los barbijos constituyen una medida independiente y aditiva, adicional a otras para ayudar a prevenir que las personas se contagien y propaguen el Covid-19. Generan una barrera que impide la propagación de las gotitas respiratorias y nos protege de la transmisión desde otras personas, por ello se habla de protección recíproca. Un estudio mostró que cuando tanto una fuente de infección como una no infectada estaban equipadas con dos máscaras la exposición de la persona no infectada a partículas potencialmente infecciosas se reducía en un 96,4%.
Este y otros datos demuestran a las claras de que el uso de barbijos tiene dos ventajas. La primera es proteger a los demás evitando la propagación del virus desde una persona infectada a un susceptible. Si esa preocupación por el prójimo no fuera suficiente, tal vez la segunda ventaja, la del beneficio individual, tratando de protegerse de un prójimo enfermo sea la motivación más eficaz para su uso.
La infección por Covid-19 se transmite predominantemente por gotitas respiratorias generadas cuando las personas tosen, estornudan, cantan, hablan o respiran. El volumen del habla y la intensidad de la fonación, así como los espacios cerrados mal ventilados, aumentan las posibilidades de transmisión.
Asintomáticos y otros
Según el Centro de Control para la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos las máscaras están destinadas principalmente a reducir la emisión de gotitas cargadas de virus («control de fuente»), lo cual es especialmente relevante para usuarios infectados asintomáticos o presintomáticos que se sienten bien y pueden no ser conscientes de su contagiosidad para los demás, y que se estima que son responsables de más del 50% de las transmisiones. Las máscaras también ayudan a reducir la inhalación de estas gotas por parte del usuario (“filtración para protección personal”). El beneficio para la comunidad del enmascaramiento se debe a la combinación de estos efectos y los logros de la prevención individual aumentan con un número creciente de personas que usan tapabocas de manera constante y correcta.
Dicho organismo asegura que las máscaras de tela multicapa bloquean muy bien la liberación de partículas respiratorias exhaladas al medio ambiente junto con los microorganismos transportados por estas. Las máscaras de tela no solo bloquean eficazmente la mayoría de las gotas grandes sino que también pueden bloquear la exhalación de finas gotas y partículas (también conocidas como aerosoles).
No obstante esta recomendación general basada en el conocimiento de que las máscaras de tela multicapa pueden bloquear el 50% o más de las gotas infectivas y limitar la propagación del SARS CoV 2, investigaciones recientes revelaron que el uso de doble protección (máscaras de tela más barbijos quirúrgicos) han logrado un bloqueo del 90% en experimentos humanos, lo que parece fundamental la recomendación de doble protección lanzada recientemente por el CDC para la población.
Cómo colocarlos
Ese equipo investigador descubrió también que la eficacia de los barbijos de tela y los quirúrgicas se puede mejorar asegurándose de que se ajusten bien a los contornos de la cara para evitar que el aire y las partículas se escapen de los huecos alrededor de los bordes constituyendo una de las recomendaciones para el correcto uso del mismo que se ajuste bien sobre la nariz y la boca y debajo del mentón.
Es fundamental recordarle a la población que los barbijos no solo deben ser usados sino que también deben usarse bien para que puedan cumplir su función de protegernos y proteger al prójimo de nosotros.
Ojo con la nariz afuera
Deben cubrir completamente la nariz y la boca. Ciertamente es frecuente ver personas usando el barbijo con la nariz descubierta, exponiéndose y exponiendo a otros. No solo porque la mucosa nasal en una de las puertas de entrada del virus sino también porque constituye uno de los sitios en donde más se concentra. Y es una fuente de contagio.
La efectividad de filtración de las máscaras ha variado ampliamente con los estudios, en gran parte debido a la variación en la composición del barbijo, el diseño experimental y los tamaños de partículas analizados. Varias capas de tela con mayor número de hilos han demostrado un rendimiento superior en comparación con las capas individuales de tela con menor número de hilos.
“Según la marcha de la pandemia algunos países ya toman la decisión de declarar obligatorio al uso de barbijo; por ejemplo, a partir del 2 de febrero de 2021 Estados Unidos declaró obligatorio el uso de tapabocas en aviones, autobuses, trenes y otros medios de transporte público que llegan o salen de los Estados Unidos y circulan por el país y en centros de transporte del lugar como aeropuertos y estaciones.
“Una reciente investigación realizada en Universidad Johns Hopkins en Estados Unidos, y publicada en Journal of General Internal Medicine, resalta que el uso generalizado de barbijos por la población reduciría la carga viral a la que estaríamos expuestos y esto redundaría en una enfermedad más leve y autolimitada -sin consecuencias severas- dando posibilidades de generar una inmunidad a nivel comunitario y reducir la propagación mientras se completa la vacunación mundial.
Los datos científicos disponibles apoyan que el uso de barbijos por la comunidad reduce la propagación del SARS-CoV-2. El beneficio de prevención del enmascaramiento de la comunidad posiblemente sea sinérgico: el beneficio individual aumenta con el uso de máscaras por la comunidad. Por lo tanto, si bien el control de la pandemia parece focalizado en la vacunación es importante la población comprenda de que ello no ocurrirá de un día para otro y debemos seguir apelando a nuestra responsabilidad y al compromiso colectivo que permita alejarnos del virus y sus nuevas variantes. Eso está demostrado y puede trazar una raya entre la salud y la enfermedad.