Papá del menor autista ahorcado: «Ella fue verdugo de nuestro hijo»

SCaldia

«Estuvo influenciada por el culto religioso al que iba, donde le exigían ayunos constantes. No le daba de comer», manifestó Juan Bulacio. El estremecedor testimonio

“No entiendo por qué ha torturado tanto y de esa manera a mi hijo, prohibiéndole aunque sea esos pequeños momentos de lucidez que él tenía mediante los medicamentos, los que para él eran todo, sin esos medicamentos no se lo podía tener. Y ha decidido ella pasar por sobre todas las cosas y ser el verdugo de nuestro hijo”, afirmó ayer Juan Bulacio —padre del niño autista ahorcado por su madre— en diálogo con Nuevo Diario.

“Considero que ella estuvo influenciada por el culto religioso al que iba, donde le exigían ayunos constantes, lo que trasladaba a nuestro hijo, al que no le daba de comer y estaba desnutrido. Además, lo sacó del instituto donde estaba bien asistido y le prohibió la medicación a escondidas, porque ella decía que la religión esa le exigía fe absoluta en el milagro, y que no necesitaba la medicación, ya que la fe podía solucionar todas las cosas”, remarcó dolido.

“Actuaba con un fanatismo terrible. No sé quién más pudo haberle metido en la cabeza esas cosas. No entiendo cómo una persona puede matar de hambre a su hijo. Él estaba pensionado, tenía derecho a seguir yendo al instituto, que era el único lugar donde lo contenían y por medio de los medicamentos podía estar bien”.

Sobre su ausencia

Juan Bulacio contradijo los dichos de Ana Rivero —madre de Reyna, su expareja— y sostuvo que “nunca estuve ausente, y si me alejé es porque ella (por Reyna) me agredía y me denunció para que no llegue. Su misma madre me dijo que por favor no llegue más, que no moleste más a su hija y su nueva pareja. Que no necesitaban nada y por eso hubo un tiempo de distanciamiento, que no fue mucho, pero porque ella no me permitía que le diera nada”, indicó.

“La ropa que le compraba para Juancito se la tiraba o la quemaba, y no había forma de volver a tener a mi hijo porque no me lo permitía”, sostuvo Bulacio.

“Todavía no me entra en la cabeza esto que hizo, qué clase de humano puede matar de hambre a su hijo indefenso, mirándolo todos los días, y además me pregunto hasta qué punto llega este fanatismo de la fe. Ojalá no haya más gente que esté matando a sus hijos por la fe”, finalizó Juan Bulacio.

Su hermana Elizabeth afirmó que tuvieron que recurrir a la Justicia para que “nos permitieran ver y despedir a nuestro sobrino. Nunca se nos ha informado nada”.

“Él tuvo asistencia médica, lo llevamos a Buenos Aires, tuvo los mejores tratamientos y viene a matarlo así. Queremos justicia por nuestro sobrino”, subrayó.

Los hermanos Bulacio acudieron a los Dres. Patricia García y Carlos Ríos López para que los representen.

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