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Once tiros, una nueve milímetros y la sombra de la barra sabalera detrás del intento de asesinato en barrio Sargento Cabral

SCaldia

Se trata de la causa que investiga la fatal balacera contra José Alejandro Leuchuk, quien recibió más de una decena de balas el pasado sábado en Alvear al 4300. Los investigadores confían en que prontamente estará esclarecido el hecho. La víctima permanece internada en el Cullen.

“Estamos hablando de un paciente hipercrítico que pasó a terapia intensiva, con transfusión de sangre y por supuesto con soporte de droga para mantener la presión“, con esa frase Juan Pablo Poletti, el Director del Hospital José María Cullen, indicó este lunes cuál es el estado de salud actual de José Alejandro Leuchuk, el muchacho de 31 años que el sábado recibió más de diez balazos en Alvear al 4300, muy cerca de la vía. El ataque fue cometido por un sicario que sin mediar palabra se acercó al Chevrolet Agile -gris- en el que estaba Leuchuk, junto con su pareja y la hija de esta y abrió fuego a mansalva.

La secuencia duró segundos y tras la balacera, Leuchuk fue trasladado al hospital Cullen donde ingresó “semi lúcido y en estado de shock” por la pérdida de sangre interna que presentaba. Desde ese entonces quedó internado, con asistencia respiratoria mecánica, en la terapia intensiva. “El paciente está hiper crítico por el momento, con peligro de vida”, concluyó Poletti.

El caso causó una fuerte conmoción en la comunidad del barrio Sargento Cabral y aún no cuenta con detenidos. Sin embargo, existe un fuerte pálpito de que la causa del ataque de Leuchuk estuvo vinculado a la barra brava de Colón, un ambiente del cual formaba parte el hombre que por estas horas pelea por su vida.

Fuego, balas y sangre

A 48 horas del violento -y hasta ahora “casi fatal”- episodio, los investigadores establecieron que el autor de los disparos utilizó un arma de fuego corta y de calibre 9 milímetros tras peritar las vainas servidas que fueron levantadas por los agentes de balística del área de criminalística de la Policía de Investigaciones (PDI) en la la escena del crimen.

En total, el sicario disparó once veces contra el lado derecho del parabrisa del Agile y causó múltiples heridas en Leuchuk cuando este realizaba una mudanza. Las heridas registradas fueron en el brazo izquierdo y derecho, tórax, abdomen, la zona lumbar y hasta un dedo de la mano que con posterioridad debió ser amputado.

Herido y sin posibilidad de moverse, el hombre víctima de los disparos fue trasladado al hospital Cullen, donde fue asistido e intervenido quirúrgicamente en una operación que duró aproximadamente cuatro horas y media. Seguidamente fue alojado en la parte de terapia intensiva donde en la actualidad permanece internado. En esa línea, voceros del Cullen no descartan que el muchacho de 31 años quede con serias secuelas motrices ya que su cuerpo presentaba una fractura en la vértebra lumbar.

En torno a la identificación del autor, la causa aún cuenta con dos testigos del hecho. Tanto la pareja de la víctima como la hija de la misma quien presenciaron el ataque. No obstante ello, fuentes del caso, indicaron a Aire Digital, que próximamente serán peritadas las cámaras de la zona para determinar si se logra establecer quién provocó el cruento ataque.

Una línea clara

Si bien el caso aún no tiene resultados positivos en torno a quién fue la persona que disparó la lluvia de plomo contra Leuchuk, hay algo que los investigadores tienen claro. Que el hecho no se trató, de ninguna manera, de un intento de robo y que tampoco está vinculado a la parte laboral de la víctima ya que el mismo se encuentra afiliado a la Uocra.

En cambio, sí existen ciertas sospechas de que el ataque tenga su lazo con la barra brava de Colón. Para suponer eso, los pesquisas no tuvieron que plantear muchas hipótesis. Con solo observar un video que fue difundido el propio Ministerio de Seguridad, se logró establecer que la víctima fue uno de los causantes de la suspensión del partido de Colón con Velez Sarsfield el 7 de abril del 2018 por el torneo de la Superliga.

En aquel entonces, una serie de barras ingresaron al estadio Brigadier López, con bombas de estruendo que luego fueron arrojadas al campo de juego y después de que una de ellas se detonó cerca del arco defendido por César Rigamonti, el árbitro Andrés Merlos puso punto final al partido a los 22 minutos de iniciado el encuentro.

Tras ese incidente, el Ministerio de Seguridad inició una investigación que logró días después identificar a quienes habían ingresado a la zona de tribunas con las bombas de estruendo. En razón de ello, la Subsecretaría de Coordinación de Políticas Preventivas del Ministerio de Seguridad solicitó que se le aplique el derecho de admisión a los involucrados de los cuales uno de ellos era el hoy víctima del ataque: Leuchuk.

Finalmente, el 21 de mayo del 2018, la Dirección Nacional en Espectáculos Deportivos dispuso la Restricción de Concurrencia Administrativa para que los involucrados en la suspensión del juego permanezcan por un plazo de 12 meses fuera del Cementerio de los Elefantes.

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