Una familia inglesa protagonizó una escandalosa historia que hoy da la vuelta al mundo. Todo comenzó en 2002, cuando Lauren Wall y Paul White se conocieron en un pub. Fue amor a primera vista. Dos años después ella quedó embarazada y la pareja decidió casarse.
La boda fue el 14 de agosto, y la madre de la novia, Julie, se hizo cargo de pagar los 20 mil dólares que costó la lujosa fiesta. A modo de agradecimiento, la pareja decidió invitarla a la luna de miel. Y ahí comenzó el principio del fin.
Poco a poco, Lauren comenzó a advertir comportamientos sospechosos de su pareja. Salía durante horas y empezó a esconder su celular.
Y fue su hermana quien descubrió con horror el motivo del extraño comportamiento de su cuñado. Estaba usando el celular de su mamá cuando vio los mensajes apasionados que intercambiaban.
Según contó Lauren, su madre negó todo y la tildó de «loca». Pero su marido se volvió pálido cuando le preguntó si la engañaba con su madre.
«Sentí que mi mundo se derrumbaba. Tenía 19 años y un bebé», recordó.
Nunca sospechó nada. «Paul se llevaba muy bien con mi mamá, pero nunca me pareció extraño. Ella era su suegra y él solo intentaba ser amable», contó Lauren.
A los pocos días, Paul abandonó el hogar y nueve meses después, Julie dio a luz a un bebé y anunció oficialmente que estaba en pareja con el joven hombre que fue su yerno.
«Ella me dijo que el padre era otro novio, pero yo sabía la verdad. Mi mamá pagó la boda de mis sueños y después tuvo un bebé con mi marido», dijo Lauren.
«No podía creer que las dos personas que amaba y en las que más confiaba en el mundo pudieran traicionarme así. Está enferma. Es una de las peores cosas que una madre puede hacerle a una hija. Puede que Paul haya sido un mal novio, pero ella es mi madre. Ella debe amarme y protegerme por encima de todos los demás. En cambio, ella me robó mi marido y destrozó a mi familia y mis sueños. Por eso, nunca la voy a perdonar», sostuvo Lauren.
Como si fuera poco, en 2009 Paul y su madre se casaron y Lauren asistió al enlace por el bien de Maddie, la hija que tienen juntos.
Con el tiempo, Lauren logró salir adelante y está de nuevo en una relación. Sin embargo la cruel traición le dejó marcas profundas. «Lo que sucedió todavía tiene un impacto en mí y en cualquier relación que haya tenido. Me dará problemas de confianza por el resto de mi vida. El tiempo es un gran sanador, y mamá y yo hemos tratado de tener una relación normal. Pero nunca estaremos tan cerca como lo estuvimos, y nunca volveré a confiar plenamente en ella».
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