Un niño de tan sólo ocho años tuvo que realizar lo que posiblemente fue la maniobra más importante y difícil de su vida: tomar el control del auto mientras su mamá se convulsionaba tras el volante.
Todo ocurrió el lunes 2 de diciembre en la autopista A120 del condado de Essex, Reino Unido, mientras Lauren Smith (27) llevaba a su hijo Ben Hedges (8) desde la escuela hacia su casa.
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Según narra Metro UK, el menor notó que algo estaba mal cuando el auto comenzó a tocar las barreras de contención, que dividían los dos sentidos de la carretera, siendo que su madre aún continuaba con las manos en el volante.
Ben rápidamente pasó del asiento del copiloto al del conductor, prendió las luces intermitentes y guió el automóvil por dos pistas hasta llegar fuera de la autopista.
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Al notar el problema por el que pasaban tanto hijo como madre, un furgón se paró delante para intentar detener al vehículo con problemas. Cuando el auto estuvo detenido, llamaron una ambulancia y trasladaron a Lauren a un hospital cercano.
Héroe
Ben logró salvándole la vida a su madre y a todos los que en ese momento transitaban por el lugar.
“Después de que tuve un ataque, los siguientes dos o tres minutos de pensamiento rápido de Ben salvaron nuestras vidas. Nunca antes había tenido un ataque, así que Ben no tenía idea qué esperar”, indicó la madre a Metro UK.
La mujer cuenta que su hijo “pudo decir su nombre, mi nombre y nuestra dirección completa al conductor que se detuvo. Todavía tenía un ataque y no me daba cuenta de lo que estaba pasando”.
“Mi hijo es mi héroe y merece reconocimiento por su valentía y rapidez de pensamiento”, agregó junto con explicar que no sabría que habría pasado si ella hubiese estado sola en su auto.
Podría haber sido una tragedia. Pero, luego de que el auto tocara el borde central de la autopista, Ben saltó de su asiento y tomó el volante.
Con una serenidad increíble, fue llevando el vehículo hasta el césped ubicado a un costado del camino, hasta que se detuvo. Incluso tuvo la lucidez de encender las balizas.