El nene recibió dos disparos en el pecho y murió en el acto. Ella, una expolicía, se pegó un tiro en la cabeza, pero sobrevivió.
Tres disparos sobresaltaron el martes a la noche a los vecinos de la casa ubicada en la calle Fragata Heroína al 3200 de Monte Grande. Una mujer policía, que había sido recientemente exonerada de la fuerza, mató de dos balazos en el pecho a su hijo de 10 años y después intentó quitarse la vida de un tiro en la cabeza.
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Los hechos
Natalia Pereyra había llevado a su hijo, que sufría Trastorno Generalizado del Desarrollo (TGD), a tomar un helado, según informaron desde tn.com.ar. Cuando volvieron, buscó el arma reglamentaria de su pareja, un efectivo del Servicio Penitenciario Federal , y abrió fuego.
El hombre se encontraba en ese momento en la casa de su mamá, en la parte delantera del terreno en donde también vivía él con su familia. Desde ese lugar escuchó las detonaciones y corrió creyendo que habían entrado a robar. La escena que encontró fue un golpe inesperado.
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Unos días antes de la tragedia, a la mujer se le había notificado que ya no pertenecía más a la Policía Bonaerense. Según los primeros testimonios que surgieron en la investigación, estaba atravesando un proceso de depresión y tenía, además, problemas de pareja. Tras su fallido intento de suicidio, permanece internada en grave estado en el hospital Santa Marina.