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La otra cara de la crisis: más de la mitad de los chicos en la Argentina son pobres

SCaldia

El 52,6% de niños, niñas y adolescentes en el país están por debajo de la línea de pobreza, de acuerdo al INDEC. Son cinco millones de menores de 14 años, un millón más que hace un año.

El 28 de septiembre de 2016 el presidente de la Nación, Mauricio Macri, brindaba una conferencia de prensa minutos después de que el nuevo INDEC, a cargo de Jorge Todesca, difundiera los datos de pobreza que llevaban dos años y medio sin publicarse. Cuando Macri subió al frente y tomó el micrófono, pronunció una de sus frases quizás más simbólica: “los argentinos pudimos conocer la verdad sobre la pobreza y saber cuál era el punto de partida para reducirla. Esta es mi principal preocupación y prioridad: quiero que juzguen mi presidencia por cómo logramos avanzar en este objetivo”.

Ayer, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) dio a conocer que el 35,4% de las personas en Argentina son pobres. Sin embargo, la deuda social es con las principales víctimas de la crisis: el 52,6% de los niños y niñas menores de 14 años están por debajo de la línea de pobreza, es decir, más de la mitad de ellos. Son casi cinco millones.

De acuerdo a los datos del INDEC del primer semestre de este año, la pobreza infantil aumentó del 41,4% al 52,6% y la indigencia saltó del 8 al 13,1% en tan solo 12 meses. Lo que no se desmenuza con frecuencia en los promedios generales difundidos mediáticamente es que se trata de la población más vulnerable: el porcentaje de pobreza en menores aumentó en 10 pp, es decir, un millón más de niños y niñas cuyos derechos básicos están siendo vulnerados.

Esta es la última cifra del actual mandato de Cambiemos frente al Ejecutivo nacional antes de las elecciones generales de octubre. Después de prometer Pobreza Cero, el presidente Mauricio Macri encara la etapa final de su campaña electoral con el índice de pobreza más alto en los últimos 17 años.

De aporofobia y hogares vulnerados

La “aporofobia” es un término que aparece hace 24 años atrás, de la mano de la filósofa española Adela Cortinas. Su significado es simple: rechazo u odio a la persona pobre. Se basa en la creencia de que aquellos ciudadanos que están en situación de vulnerabilidad no tiene nada que aportarle a la sociedad, sustentando mensajes meritocráticos.

Pero violencia estructural es también no tener qué comer. De los porcentajes del INDEC se desprende que de los niños y niñas pobres, 1.200.00 viven en hogares indigentes –así definidos porque sus familias no cuentan con los ingresos suficientes para comprar los alimentos básicos.

https://twitter.com/monotrINDEC/status/1178772374445015040

Los hogares indigentes registraron $ 7.733 de ingreso mensual promedio, frente a una canasta básica de $ 12.246, de acuerdo a los números del INDEC. Esto significa que los ingresos de esas familias tuvieron una brecha o un faltante de $ 4.513 para cubrir las necesidades alimenticias. No es casualidad la proliferación de comedores y merenderos populares a lo largo de todo el país.

En los últimos años, Argentina ha avanzado de manera significativa en la ampliación de los derechos infantiles: desde la sanción de la Ley 26.061 así como la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). Se estableció así un nuevo paradigma de protección integral y reconocimiento de niños y niñas como sujetos de derecho plenos. Sin embargo, todavía experimentan brechas entre el derecho formal y su ejercicio efectivo dependiendo el lugar donde nacen y las características socioeconómicas y laborales de sus hogares.

https://twitter.com/UNICEFargentina/status/1178326817532346368

La reproducción de la pobreza vira desde las privaciones alimentarias, de vivienda, salud o educación. Este salto se produjo a pesar de que en marzo de 2019 el Gobierno adelantó el incremento del monto de la AUH (Asignación Universal por Hijo) de todo el año.

Aunque los menores de 14 años sobresalen en proporción, ningún grupo etario escapa del deterioro social. Entre quienes tienen de 15 a 29 años, la pobreza aumentó del 32,9 al 42,3%. Entre 30 y 64 años, subió del 23,2 al 30,4%. Y entre los más de 65 años, de 6,9 al 10,4%.

Esta radiografía de la pobreza en Argentina del primer semestre del año no tiene en cuenta los efectos de la nueva disparada de la inflación y megadevaluación post PASO. El jefe de Estado finaliza su actual gestión con mayor cantidad de pobres que cuando la inició.

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