Imitador argentino de Michael Jackson, Leandro Blanco es por excelencia el imitador de Michael Jackson más fiel de la Argentina. Produce sus propios shows con seis personas en escena y ocho cambios de vestuario. «Cada vez que montamos un show, es como hacer una mudanza», cuenta en Dale Tomá Aire.
Imitador argentino de Michael Jackson
Su primera cirugía estética fue a los 15 años para modificar sus orejas, a las que sentía «sobresalidas». Las cirugías que vinieron después no fueron específicamente para parecerse al «popstar». Leo siente que está en la búsqueda de una imagen que, si bien es similar a la de Michael Jackson, también puede parecerse a un personaje del famoso director de películas Tim Burton. En ese camino, lleva más de 13 cirugías realizadas.
Cómo empezó la influencia por Michael Jackson
«Cuando conocí a Michael Jackson me impactó una canción específica que se llama Chilhood, después investigando un poco mas de él descubrí, más allá de un buen cantante, a un empresario muy poderoso en el ambiente de la música, y a una persona que salió de lo que acá llamaríamos ‘villas’ y terminó siendo uno de los artistas más poderosos», explicó Leo durante la entrevista.
«Las figuras de superación siempre me llamaron la atención, no importa de donde vengas ni los contactos que tengas, la pasión y el arte puede más. Eso me acercó a M.J.».
El éxito en otros países: «Afuera sos un artista, acá sos un payaso»
Leo contó su experiencia de salir de Argentina para trabajar en diferentes países como Londres e Italia, «Tengo más éxito en otros países que acá en Argentina. El hecho de jugar a personificar a Michael Jackson para la BBC, nos llevó a participar en programas súper importantes de Europa, en especial Canal 5 de Italia».
Leo Blanco, el imitador argentino de Michael Jakson: «Afuera sos un artista, acá sos un payaso»
En cuanto a cómo convive con las agresiones o el bullying que a veces sufre en el país dijo: «Las personas están enojadas, están muy sobre salidas de su eje y ante cualquier cosa que les incomode visualmente, por ejemplo los ojos delineados, van al golpe y al insulto. Eso es porque cuando uno lleva mucho enojo dentro, lo tiene que sacar de alguna forma, no creo que ese odio que me irradian a mí sea por mí mismo», analizó.
