El FMI reclama un ajuste, Condicionado a la previa devaluación del peso, que el Gobierno aplicó el 14 de agosto inmediatamente después de las PASO, el FMI concretó el desembolso de US$ 7.500 millones del FMI, pero solo unos US$ 5.300 millones ingresaron a las reservas internacionales.
El FMI reclama un ajuste
Es que hubo que devolver los “préstamos puente” otorgados por la CAF (unos US$ 1.000 millones) y Qatar (unos US$ 800 millones), y sus respectivos intereses que fueron utilizados para cubrir parte del pago de vencimientos de capital al FMI de fines de julio (vencían unos US$ 2.700 millones, saldados con US$ 1.000 millones de la CAF y con US$ 1.700 millones de Yuanes) y el pago de intereses de principios de agosto (pagados íntegramente con el préstamo de unos US$ 800 millones de Qatar).
Por su parte, la cancelación de los US$ 1.700 millones que correspondían al segundo tramo del swap (activado transitoriamente) se habría concretado en el curso de la semana pasada. En definitiva, de los U$S 5.300 millones quedaron un remanente de U$S 3.600 millones.
En tanto, de aquí al 1° de noviembre – cuando se reinicia la renovación del acuerdo– vencen unos U$S 4.300 millones con el propio FMI, por lo que quedaría un “rojo” de $ 700 millones.
Tras la devaluación, la disparada de la inflación que podría anular en tan solo semanas la devaluación del peso. Más aún, al fijar el valor del dólar en $ 350 hasta noviembre, se corre el peligro de incumplir – una vez más- ese objetivo.
“El principal problema que le encontramos es que genera un cuello de botella en la previa de las elecciones presidenciales, pues todos los agentes económicos saben que tras las generales y/o el ballotage, el Ejecutivo va a tener que corregir el atraso cambiario para reducir la creciente brecha que genera un tipo de cambio oficial fijo y destrabar nuevos desembolsos del FMI. El carry trade de casi 10% mensual en dólares que otorga un plazo fijo si el tipo de cambio oficial cotiza estable a 350 AR$/US$ se va a aprovechar en el corto plazo, pero a medida que nos acerquemos a las elecciones estos dejarían de renovarse para ir a un activo dolarizado que capte la probable devaluación postelectoral”, señala la consultora Equilibra.
Algo similar ocurriría en el comercio exterior, prosigue Equilibra: “Al acercarse las elecciones presidenciales, los incentivos a concretar exportaciones serían mínimos, mientras que todos los actores buscarían pagar importaciones antes de los comicios, forzando al BCRA a vender divisas en el MULC. En el comunicado oficial que confirmó la aprobación de los demorados desembolsos, el Board del FMI señaló que hacia adelante el ritmo de depreciación del tipo de cambio oficial debería ser calibrado con cuidado para promover la acumulación de RIN y cumplir con las metas de desinflación. Elípticamente, el Fondo está alertando sobre la estrategia por la que se estarían inclinándose las autoridades argentinas”.
A todo esto se agrega que el FMI considera que el Gobierno debería ajustar el gasto el 11% entre agosto y diciembre de este año, en medio del proceso electoral. Y especificó que es preciso aumentar las tarifas de los segmentos medios y bajos tras la devaluación para actualizar los costos de generación, y contener los aumentos de jubilaciones y los salarios de los empleados públicos.
El informe señala que «durante el resto del año será fundamental reforzar los controles de gastos. En particular, es necesario actualizar las tarifas energéticas para reflejar mejor los costos de producción y abordar los desfases anteriores en los salarios y pensiones (debido a la moratoria y las bonificaciones)».
En cuanto a los deberes de ahora en adelante, si bien reconoce los ajustes y la caída del gasto real – salarios, jubilaciones, pensiones, prestaciones sociales, aumento de tarifas durante el actual Gobierno, el FMI considera que el principal foco macroeconómico en el próximo período, requerirá «medidas estructurales que incluyan reducir los gastos tributarios, mejorar la estructura del complejo sistema tributario, abordar los subsidios energéticos aún cuantiosos, mejorar la sostenibilidad del sistema de pensiones, las transferencias discrecionales a las provincias y las empresas públicas».