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El Cullen abrirá la última sala covid y llega al límite de su capacidad

SCALDIA
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El hospital Cullen llega al límite de su capacidad de atención en esta segunda ola de coronavirus, que, solo el martes, tuvo 20 ingresos por covid en la sala general. Esto hizo que en la siesta del miércoles se abriera la octava sala covid (donde funciona la sala de día) en el efector, para dar respuesta a la demanda de internación de pacientes de la ciudad de Santa Fe y alrededores. El director del hospital, Juan Pablo Poletti, cree que cerca del fin de semana será necesario habilitar una novena sala, pero ya no hay más resto. Salvo el hospital militar de enfrente y el área de maternidad dentro del edificio, en poco tiempo todo el Cullen estará abocado a la atención de enfermos de covid.

«El límite va a ser que vamos a tener, menos obstetricia y el hospital militar, posiblemente todo el hospital covid. Desde el lunes, todos los servicios del hospital están atendiendo los pocos pacientes no covid que tenemos internados, pero están al servicio de clínica médica para atender los más de 150 pacientes covid internados hoy en el hospital, entre clínica y terapia intensiva».

Explicó que el área de maternidad «no se va a tocar» por la gran cantidad de partos que reciben (de embarazadas covid y no covid), y que el hospital de campaña -que desde ayer tiene 40 camas disponibles, a diferencia de las 30 que tenía en un principio-, no puede utilizarse para pacientes con coronavirus por la cantidad de oxígeno que demandan. «Al no tener paneles de oxígeno (en la carpa) conectados al tanque central del hospital, nos llevaría diez tubos de oxígeno por día un paciente covid», señaló Poletti en diálogo con José Curiotto sobre la principal demanda del paciente ante la falta de aire causada por la enfermedad.

Pero los ingresos por coronavirus no son la única preocupación en el Cullen, sino que además siguen recibiendo heridos, embarazadas, personas infartadas que caen a la guardia en busca de atención. Pese a que la ocupación de camas que oscila el 100% en el efector, Poletti explicó que el porcentaje es dinámico y varía minuto a minuto y remarcó que «hasta ahora, una de las únicas alegrías que tenemos es que nunca hemos dejado de atender a nadie. Pero sí tenemos que aceptar que se les brinda el mayor tratamiento en la medida de lo posible».

El Cullen sumó un contenedor refrigerado junto a la morgue

Adelantándose a una posible saturación de la morgue, el hospital Cullen coordinó junto con el Ministerio de Salud de la provincia la llegada de un contenedor refrigerado que se instaló a un costado del efector este miércoles. Juan Pablo Poletti explicó la decisión se tomó porque, si por alguna dificultad las casas de sepelios empiezan a tener demoras, las morgues del hospital Iturraspe Nuevo y el Cullen no darían abasto.

El contenedor refrigerado todavía no está en uso, sino que se lo instaló porque hay que conectarlo con el grupo electrógeno del hospital, pero el solo hecho de que esté ahí impactó no solo en la sociedad, sino en el personal del nosocomio.

«Nos resultó muy duro tomar la decisión, porque sabíamos no solo el impacto que podía crear en la sociedad y como sucedió ayer, el impacto que generó en el personal del hospital. Pero no podemos quedarnos de brazos cruzados. Ante la aparición de un problema tenemos que darle solución, y si el problema es que la morgue está trabajando al límite no podemos esperar a que tengamos un día de pacientes muy graves y haya muchos fallecimientos al mismo tiempo y se sature. Capaz que no lo usemos nunca, pero no nos vamos a permitir tener un desborde y no poder garantizar el respeto a la vida humana», concluyó.

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