Tras el pedido de Alberto Fernández, el Banco Central decidió ponerle límites a las tasas de interés que cobran las tarjetas de crédito y congeló comisiones.
Los bancos no podrán cobrar tasas superiores al 55% para financiar compras realizadas con tarjetas de crédito tras una disposición del directorio del Banco Central.
La autoridad monetaria también congeló por 180 días las comisiones o cargos que cobran por los diferentes servicios tras comprobar que las entidades habían vuelto a enviar en las últimas semanas avisos a sus clientes con anuncios respecto de nuevos incrementos que comenzarían a regir desde marzo.
La decisión de avanzar en un tope a las tasas de tarjetas estuvo directamente relacionada con el pedido del presidente Alberto Fernández dado que podían llegar al 224%.
La tasa de financiamiento que cobran las tarjetas de crédito bancarias no podrá superar el 55% de interés nominal anual.
La resolución fue adoptada por el Central mediante las comunicaciones A 6911 y A6912.
Así, la autoridad monetaria busca «impulsar una fuerte baja en las tasas de financiamiento de todas las tarjetas de crédito, tanto bancarias como no bancarias».
«La medida fue adoptada en el contexto de bajas consecutivas de la tasa de política monetaria y la desaceleración de la inflación, con el objetivo de proteger a los sectores más vulnerables e impulsar la recuperación del crédito al consumo», agregó el Central en un comunicado.
En relación a las tarjetas de créditos no bancarias, el BCRA dispuso dejar sin efecto decisiones de la gestión anterior que modificaban la base de cálculo de la tasa y la elevaban considerablemente.
«A partir de ahora, la tasa de interés de estas tarjetas no podrá superar el 25% del promedio de la tasa de créditos personales de las entidades financieras, excluyendo a las tasas de los proveedores no financieros de créditos», explicó la entidad.
La apuesta oficial es que en marzo las familias tengan la posibilidad de financiar parte de esos consumos a menor costo, un aliciente con el que -confían- se animen a gastar.
El jefe de Estado había reclamado públicamente el «aporte» del sector financiero para dar envión al mercado interno y había advertido que iba a pedir la intervención de la autoridad monetaria, si las entidades financieras no brindaban unan respuesta favorable a su pedido.
«Si no lo hacen, voy a tratar de convencer al Banco Central para que intervenga», había anticipado la semana pasada el primer mandatario, quien había cuestionado: «No se pueden estar cobrando las tasas que perciben en tarjeta de crédito para hacer el pago mínimo».
La determinación del organismo que conduce Miguel Ángel Pesce se dio luego de la reunión de directorio pautada para este miércoles, la cual se realizó antes del viaje del titular de la autoridad monetaria a Arabia Saudita para participar del G-20.
La normativa del Central se sumará al programa Precios Cuidados, el congelamiento de tarifas y combustible y los incrementos salariales por decreto para impulsar el consumo interno.
Casi en simultáneo se conoció un proyecto de ley elaborado por el senador Oscar Parrilli por el cual se impulsaba una modificación a la ley de tarjetas de crédito.
Esta iniciativa tiene como objetivo establecer que «la suma de las tasas de intereses compensatorios y punitorios y/o resarcitorios, en caso de corresponder, por financiación de saldos que apliquen las entidades bancarias y no bancarias, no podrá exceder la tasa de referencia que establezca el Banco Central de la República Argentina».
Si prospera este proyecto, el tope para la tasa que los bancos cobran en saldos financiados con tarjeta debería ubicarse en torno al 40%.