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Retenciones: cuánto dinero extra recaudaría el gobierno por la nueva suba y dos alternativas que podrían evitar el aumento

SCALDIA
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Cuánto dinero extra recaudaría el gobierno, Las cotizaciones de la soja sintieron el impacto del freno de las exportaciones de aceite y harina de soja que el gobierno dispuso el domingo con bajas de entre el 3 y el 4 por ciento. Y mientras el gobierno analiza la posibilidad de una suba de retenciones a ambos productos y los chacareros levantan temperatura con asambleas y protestas, desde la agroindustria siguen acercando propuestas alternativas que le permiten al gobierno recaudar los fondos extra que dice necesitar sin tener que subir los derechos de exportación.

En rigor, desde el punto de vista fiscal, la medida tiene un impacto menor. Para 2021/22, considerando las autorizaciones ya emitidas, se podría incrementar la recaudación en 425 millones (265 millones de dólares para harina de soja y 160 millones de dólares en aceite). Pero hay que tener en cuenta que en el último mes la recaudación esperada por las retenciones se incrementó en 1.200 millones de dólares producto del aumento de los precios por la sequía y la guerra en Ucrania.

En concreto, en las últimas horas trascendieron dos alternativas que pone sobre la mesa la agroindustria para conseguir los fondos sin subir impuestos:

1) El gobierno nacional puede tomar parte del incremental de ingresos fiscales no previstos hasta hace un mes (mas de 1200 millones de dólares) y crear un mecanismo de compensación para los molinos de harina para mantener el precio de la bolsa de 25 kg de forma transitoria

2) En caso de no querer usar esos fondos para esto, puede abrir nuevos cupos de exportacion de maiz y trigo que en algun momento debe hacerlo porque el abastecimiento interno esta garantizado. Si abre 8 millones de toneladas de trigo y 12 millones de toneladas de maíz, la exportación anticipa pago de retenciones por un monto total de 750 millones de dólares. El gobierno los aplica a compensar la bolsa de harina de trigo (máximo de 350 millones de dólares anuales).

Más allá de la discusión económica también hay un debate jurídico sobre si el gobierno nacional puede disponer un aumento de las retenciones ya que no tiene aprobado el Presupuesto 2022, que extendía la vigencia de una autorización a cambiar, con topes, las alícuotas. Es por eso que hay sectores opositores que resaltan que una nueva modificación de las alícuotas de derecho de exportación queda imposibilitada sin una ley del Congreso, conforme a los artículos 75 inc. 1 y 99 incl. 3 de la Constitución Nacional, lo que está confirmado por diversos fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

La estrategia, hasta ahora del gobierno, es mostrar que la decisión de aumentar las retenciones es para evitar el impacto en los precios de los alimentos y mostrar que no se está subiendo el impuesto al agro (que hace la materia prima) sino a la industria , en tren de desacomodar un frente opositor campo-industria. 

¿Y el valor agregado?

En el mercado descuentan que el gobierno subiría de 31 a 33 por ciento las retenciones al aceite y la harina de soja poniéndola en igualdad de condiciones frente al poroto.

El riesgo de hacerlo es que un incremento en el impuesto a la exportación de aceite y harina desalienta el procesamiento local, ya afectado por la menor disponibilidad de poroto local e importado producto de la sequía. Y además hay otro problema que el campo sabe que generará: el aumento de la presión tributaria se volcará al sector primario debido a que se afecta la capacidad de pago de la industria.

El diferencial arancelario permite compensar, al menos en parte, el desincentivo al agregado de valor provocado por los impuestos a la exportación, así como contrarrestar la política de escalonamiento arancelario adoptado por los principales países importadores. Además, favoreció el desarrollo en nuestro país de uno de los polos de trituración de soja más importantes del mundo, que permite la transformación en origen de la mayor parte de los granos producidos.

La sola posibilidad de primarizar las exportaciones pone en clara desventaja a la Argentina, condenándola a concentrar las ventas a un solo destino -China- en los meses posteriores a la cosecha, recibiendo precios más bajos, con impactos negativos para las distintas regiones productivas del país . Por el contrario, los compradores de aceite y harina son muchos y variados

Como consecuencia, a pesar de no tener nuevas inversiones en los últimos años, como si ha pasado en algunos competidores como China y Paraguay, la industria ha venido trabajando con alta capacidad ociosa, situación que se ha agravado en las últimas campañas. Una de las causas es la menor producción de poroto de soja en Argentina, como consecuencia de los altos niveles relativos de derechos de exportación.

De esta manera, la eliminación del diferencial arancelario se enmarca en una situación compleja para la principal industria de exportación de Argentina, que viene siendo afectada por años de estancamiento en la producción y pérdida de posiciones en el mercado mundial.

Este escenario representa una oportunidad para mejorar la inserción internacional de Argentina, aumentar las exportaciones y ubicarse como proveedor confiable de alimentos. 

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