A dieciséis meses del inicio de la pandemia de coronavirus, el comportamiento del virus es tan indescifrable como las diversas consecuencias que genera en los pacientes que atravesaron la enfermedad. Los especialistas hoy hablan del síndrome post covid o long covid, como lo calificaron en Inglaterra, y lo diferencian de las secuelas que el virus acarrea.
El síndrome post covid son los síntomas asociados a la infección de covid que persisten después de pasadas las cuatro semanas de la fecha de inicio de los síntomas. En ese período, con cualquier tipo de infección viral, la persona debe mejorar y no presentar síntomas. “En este caso, lo que estamos viendo es que entre el 10% a 15% de los pacientes persisten con síntomas, dentro de los cuales generalmente la duración aproximada son tres meses”, destacó la doctora Laura Pulido, co-coordinadora de la sección de Enfermedades Infecciosas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria y neumóloga en el Sanatorio Delta de Rosario.
“El síndrome long covid es el cuadro más frecuente y no hay un tratamiento que asegure que calme los síntomas.— explicó Pulido— Muchos mejoran con el tiempo”.
La fatiga es el síntoma que prevalece entre los pacientes que atravesaron un cuadro de covid, la agitación, la tos y el dolor toráxico se agregan a la lista.
Al respecto la especialista destacó que hay varios estudios al respecto. Algunos señalan que el 30% de los pacientes conviven con los síntomas un promedio de nueve meses, otros aseguran que el tiempo puede alcanzar el año.
El long covid se caracteriza por más de 600 síntomas, de los cuales 50 son los más frecuentes. “Al menos el 80% de los pacientes tiene un síntoma post covid”, recalcó la especialista y aclaró que la mayoría reúne más de uno.
La fatiga es el síntoma que destaca en esta clasificación, la agitación, la tos y el dolor toráxico se agregan a la lista. La denominada niebla mental, la cual puede incluir trastornos en la memoria, lagunas mentales y dificultad para concentrarse se hace presente con todos los inconvenientes que pueden generar tanto en la rutina diaria como en la vida social del paciente. Las alteraciones en el gusto y el olfato también tienen un papel protagónico en el post covid.
Para los especialistas los síntomas que persisten son manejables, tratables y paleables por lo que hay que darles un tiempo para superarlos. “La mayoría de los pacientes críticos que pasaron una estadía prolongada en terapia intensiva, quedan con muchos síntomas y secuelas que para nuestro modo de interpretar desde la especialidad son banales, pero las tienen”, explicó el doctor Carlos Casatarataro, Jefe de Terapia Intensiva del Sanatorio Garay. El profesional llamó a no atemorizarse y recomendó llevar adelante los controles correspondientes.
Como el comportamiento del virus, el síndrome del post covid también puede ser oscilante y desconcertante. “Hay pacientes que tuvieron un covid leve, con pérdida del gusto y el olfato, y a la cuarta semana se recuperan pero tras un período de calma empiezan a evidenciar fatiga, o falta de aire. Son nuevos síntomas, que a veces llegan para quedarse, y están dentro del síndrome”, explicó Pulido.
«Los pacientes post covid requerirían dos tipos de seguimientos, uno el cardiovascular, el cual se menciona en todo el mundo y otro es la rehabilitación, empezar a ejercitarse, supervisado por gente que esté entrenada ya sea un profesor de educación física”, relató Castarataro.
Las secuelas
Al momento de hablar de las consecuencias que provoca el virus del covid una vez que se supera el cuadro, los profesionales diferencian el síndrome de las secuelas, si bien aseguran que estas últimas no son tan frecuentes como los cuadros de post covid, advierten que afectan la vida del paciente el cual tendrá que ser tratado de forma permanente. “Las secuelas son algo permanente, como una cicatriz que queda en el pulmón y que se deberá evaluar para determinar cuánto afecta la función pulmonar la calidad de vida del paciente y los síntomas que lo llevan a esto”, destacó Pulido.
La fibrosis pulmonar es la secuela que predomina en los diagnósticos, esta se define como una afectación pulmonar por la cual el pulmón se endurece en los sectores en donde más inflamación se registró, e implica que el paciente pueda tener falta de aire o tos de forma permanente. A pesar de tratarse de un virus que ingresa por las vías respiratorias que afecta principalmente a la parte pulmonar, también tiene consecuencias en el resto del organismo que van desde la caída del pelo hasta trastornos a nivel muscular.
Pulido aseguró que a nivel respiratorio lo que se observa de manera frecuente en las tomografías son los infiltrados en vidrio esmerilado, lo que se traduce como una inflamación en el pulmón. “Es la inflamación que genera el virus a nivel pulmonar y crea las formas a nivel tomográfico, que en realidad lo único que indican es que el virus pasó por el pulmón y lo inflamó”, explicó la especialista. Se dan casos en que la persona atraviesa la enfermedad con muy pocos síntomas y al momento de observar las placas o tomografía se ve el paso del virus por el pulmón así como hay algunos individuos que no tienen absolutamente nada.
