El Índice de Percepción de la Corrupción elaborado por Transparencia Internacional le otorgó 38 puntos, sobre los 100 puntos máximos, a Argentina. El país se encuentra en el puesto 96 sobre 180 naciones.
Argentina recibió cuatro puntos menos que el año pasado, por lo que determinaron que el gobierno de Alberto Fernández fue más corrupto en el 2021 que en el 2020. Lo que hizo que el país retrocediera 18 puestos para ubicarse en el puesto 96 sobre 180 países.
En el 2015, obtuvo 32 puntos sobre 100, quedando en el puesto 107 sobre 168 países. La mejor posición fue en el 2019 cuando sumó 45 puntos, quedando en el puesto 66. El año pasado obtuvo un puntaje de 42 para quedar en el puesto 78.
“El resultado para la Argentina es malo y se observa una caída en la percepción de los consultados sobre el nivel de corrupción en el sector público en nuestro país”, dijo Pablo Secchi, Director Ejecutivo de Poder Ciudadano, capítulo argentino de Transparencia Internacional.
El IPC mide la percepción de la corrupción de empresarios y expertos, pero solo con relación a la conducta del sector público, o sea en el ámbito político y administrativo. Apunta al existencia de sobornos, el desvío de fondos públicos, la falta de castigo penal o de protección a los denunciantes, los mecanismos para obtener contratos con el Estado, la prevención de los conflictos de interés por parte de funcionarios y el acceso a información por parte de los ciudadanos a asuntos públicos.
Secchi, marcó tres principales motivos por los que Argentina sigue estando en una mala posición en el ranking de corrupción:
– Los intentos de reformas en el sistema de justicia, especialmente el proyecto que intentó modificar el Ministerio Público Fiscal.
– El comienzo irregular y discrecional del reparto de vacunas por parte del Poder Ejecutivo.
– El acontecimiento de la fiesta privada del Presidente, mientras se establecían restricciones a la circulación y reunión de la ciudadanía.
