La jueza de Género, Norma Morán, legalizó la aprehensión de un sujeto acusado de agredir y amenazar a su expareja, y la convirtió en detención, al considerar que existe el peligro procesal que el acusado puede entorpecer medidas judiciales, como la Cámara Gesell al hijo de ambos, quien ya manifestó: “Yo tiemblo cuando viene mi papi”.
El niño fue testigo presencial de las agresiones que sufrió su madre por parte del inculpado, a quien se endilgan tres hechos en perjuicio de la misma víctima, su expareja.
El primero ocurrió el 15 de febrero de este año, cuando ingresó a la casa donde vive su ex concubina —embarazada de 7 meses— y con un arma blanca amenazó con matarla, tras lo cual se mataría él, porque no acepta la ruptura de la relación.
El segundo hecho sucedió la tarde del 19 de abril del corriente, cuando la víctima se dirigió con su hijo a la casa de su abuela, en el capitalino barrio Ejército Argentino, adonde el acusado llegó y pidió hablar con ella, a lo que la mujer se negó. Cuando salió para hacer una compra, el sujeto apodado “Toto” la interceptó y volvió a amenazarla con un cuchillo, sin importarle el embarazo de 9 meses de la mujer.
El pasado 9 de septiembre llegó ebrio a la casa de la víctima y pidió ver a su hija. Ella no lo permitió, por lo que discutieron y forcejearon. Él cayó en la cama de su hijo, al que casi aplasta, y se quedó dormido. Allí lo detuvieron los efectivos.
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