Una mujer de 64 años que ingresó al sanatorio de Santo Tomé (Servicios Médicos) con una peritonitis falleció por un infarto. Por protocolo, antes de retirar el cuerpo, sus familiares deben esperar el hisopado negativo.
Por un error de rotulación del cuerpo, el cadáver terminó en San Carlos y fue cremado. Los que llevaron a cabo la cremación pensaron que estaban manipulando el cadaver de una persona que había muerto por covid.
Cuando la familia de esta mujer se enteró de lo que había ocurrido, hizo la denuncia en el MPA ante la fiscal Laura Urquiza.
“Queremos justicia y que los responsables paguen por este error. No queremos que nadie pase por un dolor similar”, remarcó su hijo, Javier Galassi, por LT10.
La fiscal ya tiene en su poder la historia clíncia de la mujer de 64 años fallecida e investiga el caso.