«Sentí algo tan puro», dijo él del momento cuando vio a la ardilla trepar por su pierna.
En un día como cualquiera Nick Allen estaba paseando cuando pasó cerca de unas vías de tren camino a su casa. Se detuvo un momento pues algo llamó su atención. Entre los rieles, una ardilla había quedado atrapada. Por más que intentaba salir no lo lograba y Allen era su única oportunidad de salir con vida.
«Quería ayudarla pero debía tener cuidado, porque no sabía si era seguro tocarla«, le dijo a The Dodo.
Lo último que quería era asustarla y que esta se sintiera más estresada con la situación. Sin embargo, y para su sorpresa, fue ella quien tomó la iniciativa. La pequeña comenzó a trepar por la pierna del hombre en un intento por avanzar más arriba y salir.
Allen no podía creerlo. «Cuando trepó por mi pierna pensé ‘esto no puede ser real’. Esta pequeña me está pidiendo ayuda. Tengo que estar soñando o algo».
Pero no estaba soñando, la realidad era que la ardilla confiaba en
él y haría lo que fuese por salir del peligro. Allen la dejó, por
supuesto, hasta que la pudo dejar en un lugar a salvo y a la sombra para
evitar que se desmayara después de tantas aventuras.
«Saltó y subió a un árbol», dijo respecto a lo que ocurrió después.
La vida de la ardilla había sido salvada y por eso, ambos estaban agradecidos.
«Me hizo sentir algo tan puro, que esta pequeña haya querido mi ayuda y simplemente aceptó a un humano cualquiera. Sentí que confiaba en mí. Fue muy puro».