Lo que empezó siendo una tarde tranquila realizando descenso al aire libre, rápidamente se tornó en una escalofriante anécdota para los niños salteños.
En un principio, los chicos fueron a andar en bicicleta en medio de los cerros de Rosario de la Frontera. Sin embargo, una presencia los ahuyentó con sonidos que parecían lamentos.
Según dijeron los chicos: «Estábamos tomando un descanso para continuar el trayecto, de repente un grito extraño como de criatura herida, o mujer en pena, nos asustó, por lo que decidimos volver a casa. De los nervios nos perdimos en el monte, esta entidad no paraba de gritar y seguirnos. No fue un animal, estamos seguros. ¡Algo malo nos quiso espantar! Anteriormente habíamos escuchado historias parecidas, de una supuesta mujer que aparecía llorando en esos lugares, pero no creíamos. Sabemos que esa zona encierra muchos misterios paranormales y no es conveniente volver de noche«.