Vacaciones de verano tranquilas, Muy cerca de la Costa Atlántica se esconden estas joyas donde reina la tranquilidad. Pequeños pueblos de pocos habitantes que se han convertido en tendencia entre los viajeros.
Las Gaviotas, Buenos Aires
Las Gaviotas es una pequeña villa turística surgida no hace muchos años gracias al desarrollo de diversos emprendimientos hoteleros. Son sólo siete cuadras ubicadas entre Mar de las Pampas y Mar Azul, con construcciones de piedra, madera y vidrio que se mezclan con los árboles y las dunas.
Caminar por la costa será una experiencia súper reconfortante que todo visitante disfrutará. El pueblo está construido de manera tal que todos desde las dunas puedan observar desde allí la playa.
Las Gaviotas es un hermoso destino para descubrir las típicas playas bonaerenses, rodeados de tranquilidad y conectados con la naturaleza.
Pehuen-Có, Buenos Aires
Vacaciones de verano tranquilas, Con menos de 700 habitantes este pueblo llamado Pehuen-Có se encuentra en el Sur de la provincia de Buenos Aires, a 81 kilómetros de Bahía Blanca. Allí, frondosas araucarias, eucaliptus y pinos llegan hasta la orilla bañada de las aguas cálidas del mar.
El nombre Pehuen-Có proviene del idioma mapuche, hablado en la zona entre mediados de los 1700s y el año 1879. Al no haber una palabra en el idioma araucano que represente a los «pinos», se llegó al acuerdo de que pehuén, nombre dado por los mapuches a la «araucaria” (Araucaria araucana), sea utilizado junto a «có», cuyo significado en ese idioma es agua, mar. Su nombre describe el paisaje del lugar.
¿Qué visitar en Pehuen-Có? El principal atractivo de la localidad son las playas, las cuales se destacan por tener las aguas más cálidas de la costa bonaerense. Además, la villa balnearia posee calles acompañadas por altos árboles, como los pinos y eucaliptus, y a unos kilómetros del centro de la villa, se encuentra el «Bosque encantado», 105 hectáreas forestadas con pinos, eucaliptos y cipreses.
Ésta, además tiene algunas construcciones peculiares, como es la «Casa Barco» ideada por Luis Novelli, un italiano que se enamoró de la villa y encomendó la tarea a los hermanos Walich, la «Casa Molino», el «barco hundido», que se encuentra encallado sobre la playa y del que se extrajeron las rocas que transportaba para construir la capilla del Balneario, entre otras.
La villa se destaca también por los yacimientos paleontológicos de la zona, cuenta con una sala de interpretación paleontológica que contiene muestras de los yacimientos y maquetas representativas del paisaje de la villa de hace 12.000 años.
Camarones, Chubut
Este es un pintoresco y típico pueblo costero con monumentos y museos cargados de historias y cultura. Aquellos que legan hasta este rincón de la Patagonia se encuentran con el naufragio del Buque Villarino en 1899, el museo en homenaje a Juan Perón (que vivió allí parte de su niñez), o la plazoleta que recuerda a los españoles que llegaron en el siglo XVI.
Pingüinos, lobos marinos, toninas, mejillones, pulpos, arrecifes, acantilados esperan al visitante en Camarones.
