La búsqueda de la «fuente de la juventud» puede parecer un mito, pero una investigación reciente publicada en la revista Annals of Internal Medicine y avalada por la Facultad de Medicina de Harvard, ha señalado al té negro como una infusión que podría ofrecer beneficios similares.
Este estudio, que evaluó los hábitos de consumo de té negro en medio millón de personas en el Reino Unido, encontró que quienes bebían dos o más tazas de esta bebida al día tenían un riesgo entre 9% y 13% menor de muerte prematura por diversas causas, incluyendo enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
¿Qué hace al té negro tan especial?
El secreto está en su alto contenido de antioxidantes, como polifenoles y flavonoides, que protegen al organismo de los radicales libres. Estos radicales libres son responsables del deterioro celular tanto interno como externo, lo que acelera el envejecimiento y contribuye al desarrollo de enfermedades crónicas. Además, el té negro ofrece una serie de beneficios adicionales:
- Salud Cardiovascular: Ayuda a reducir los niveles de colesterol LDL y aumenta el HDL, mejorando así la salud del corazón.
- Función Cerebral: La cafeína y la L-teanina presentes en el té negro mejoran la concentración y reducen el estrés, lo que favorece el desempeño cognitivo.
- Salud Digestiva: Sus taninos tienen propiedades astringentes y antiinflamatorias que calman las molestias digestivas.
- Control de Peso: Acelera el metabolismo y contribuye al control del peso corporal.
- Reducción del Riesgo de Diabetes: Mejora la sensibilidad a la insulina y regula los niveles de azúcar en sangre.
Incluir té negro en tu rutina diaria no solo podría ayudarte a vivir más tiempo, sino también a mantenerte saludable y prevenir diversas enfermedades.