Reconocido por su humor ácido, y siempre crítico de los gobiernos, muchos de sus monólogos «reviven» muchos años después porque siguen siendo de increíble actualidad. Ese fue el caso de su sketch de 1989 , que formaba parte de su programa televisivo «Tato al borde de un ataque de nervios».
«Le pasamos el rastrillo al país, lo dejamos pelado, y si la gente no tiene guita para comprar dólares, el dólar baja. La gente está más seca que galleta de campo, no sólo no pueden comprar dólares, no pueden comprar morfi ni pilchas»
«Lo que importa es la macroeconomía, lo otro son detalles de la micro», decía el humorista que le comentaba si amigo analista económico, «ah, ¿lo van a desfigurar más?», retrucaba el cómico. «Le pedimos un pequeño esfuerzo para que mañana tengamos la Argentina con la que soñaron nuestros padres. Pero ministro, escúcheme, desde que soy chiquito que vengo escuchando que hay que sacrificarse por el país, el lema nacional siempre ha ido ‘jódanse hoy para disfrutar mañana’ y uno pone el hombro pero el futuro se pianta y uno no lo puede alcanzar», decía Tato con su característico humor ácido. «No se puede podría cambiar el lema por sacrifiquense ayer y la reventamos hoy».
El sketch es de pronunciada actualidad, dadas las condiciones macroeconómicas actuales. Por un lado, la disposición de cuidar el precio del dólar a través de la ausencia de emisión de moneda local recuerda a la tentativa oficial de parar el dólar al cortar la emisión de pesos y reducir el déficit fiscal.
Por otro lado, la diatriba de «Tato» en referencia a cómo a los argentinos siempre se les demanda esperar siempre «tiempos mejores» mientras se deben esforzar en el presente. Tal como ha sucedido en varias ocasiones desde el oficialismo.