Sospechas de corrupción – El presidente Jair Bolsonaro, que ha hecho de la rivalidad con lo que ha denominado “la corrupción de la izquierda” brasileña, se hunde en el descrédito tras las recientes denuncias sobre pedidos de coimas en el Ministerio de Salud para la compra de vacunas contra el covid-19. De acuerdo con la última encuesta de la consultora Datafolha, el 70% de los brasileños cree que hay corrupción en su Gobierno.
Respecto de las denuncias contra altos funcionarios del Ministerio de Salud, ventiladas por una comisión investigadora del Senado, el 63% cree que sin verdaderas y el 64% cree que el presidente de ultraderecha sabía de eso.
Según Datafolha –que entrevistó a 2.074 personas de más de 16 años entre el 7 y el 8 de julio, con un margen de error de dos puntos porcentuales, el mandatario registra su mayor nivel de desaprobación, 51%, mientras que el 52% lo considera “deshonesto”.
De acuerdo con el sondeo, publicado por el diario Folha de São Paulo, el 54% quiere que el presidente de la Cámara de Diputados, el bolsonarista Arthur Lira, dé el visto bueno para la apertura de alguna de las más de 120 solicitudes de destitución presentadas. Con todo, dicha posibilidad es considerada poco probable por el momento.
En el sondeo anterior de Datafolha, realizado en mayo, el 49% de los encuestados estaba a favor de destituir a Bolsonaro en juicio político.
Los sectores más adversos al jefe de Estado con las mujeres (59%), los jóvenes (59%), los pobres (60%), los negros (65%) y los gays (77%).
Bolsonaro ha sido muy criticado por su gestión de la crisis del coronavirus, que ha dejado más de 530.000 muertos en Brasil, el segundo país más enlutado del mundo después de Estados Unidos.
La presión sobre el Gobierno ha aumentado en las últimas semanas con las revelaciones de presunta corrupción en la compra de vacunas contra el covid-19.
Una primera parte de la encuesta de Datafolha publicada el jueves mostró que, por primera vez, más de la mitad de los encuestados desaprueba la gestión del presidente Bolsonaro (51%), frente al 45% de mayo.
Además, el estudio sigue anticipando que el líder de extrema derecha podría perder las elecciones presidenciales de octubre del año que viene frente al expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, quien lo superaría por 26% a 19% en primera vuelta y por 58% a 31% en segunda.
El viernes, Bolsonaro desató un repudio generalizado al poner en duda la elección de 2022, diciendo que no se llevarán a cabo si no se permiten las boletas de papel, además del voto electrónico que se aplica desde 1996.
Con el actual sistema electoral, “corremos el riesgo de no tener elecciones el año que viene. Su futuro está en juego”, dijo a sus partidarios en Brasilia. También calificó de “imbécil” al presidente del Tribunal Superior Electoral, Luis Roberto Barroso, por negarse a su petición.
Por su parte, el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, dijo que “todos los que intenten hacer retroceder el Estado de Derecho democrático en Brasil serán señalados por el pueblo brasileño y por la historia como enemigos de la nación”.
El sábado, ocho partidos de centro y derecha emitieron una declaración conjunta a favor del actual sistema electoral.
