La seguridad pública es uno de los temas más críticos en la agenda política actual, especialmente en regiones que han enfrentado alta criminalidad. En Santa Fe, los cambios en la gestión de la seguridad han generado expectativas y resultados. Los esfuerzos del gobierno provincial están diseñados no solo para controlar la violencia, sino para transformarla en un modelo de seguridad sostenible. A continuación, exploraremos los objetivos estratégicos de la administración de Maximiliano Pullaro en esta vital área.
- La evolución de la seguridad en Santa Fe: un contexto necesario
- Los cinco objetivos centrales en materia de seguridad para la segunda mitad de la gestión Pullaro
- Ampliación del sistema 911 y cobertura territorial
- Evaluación de las políticas de seguridad en 2024 y 2025
- Logros durante la primera mitad de la gestión
- La finalización de la emergencia en seguridad y sus implicaciones
- Desafíos futuros y expectativas
La evolución de la seguridad en Santa Fe: un contexto necesario
Desde la asunción de Maximiliano Pullaro, la provincia de Santa Fe ha experimentado un enfoque renovado en la gestión de la seguridad pública. En marzo de 2024, un periodo marcado por una alarmante ola de homicidios, se convirtió en un punto de inflexión para las políticas de seguridad. La respuesta unificada de diversas instituciones gubernamentales y de la sociedad civil fue fundamental para revertir esta situación crítica.
Las estadísticas actuales son alentadoras. En comparación con los años anteriores, se observó una reducción significativa en la tasa de homicidios, lo que refleja la efectividad de las estrategias implementadas. Un dato relevante es que la tasa de homicidios se ha reducido en un 63% en toda la provincia, con cifras aún más impresionantes en Rosario, donde la disminución alcanza casi el 70%.
Los cinco objetivos centrales en materia de seguridad para la segunda mitad de la gestión Pullaro
Con un panorama más optimista, el ministro de seguridad, Pablo Cococcioni, ha delineado cinco objetivos estratégicos que guiarán la gestión en los próximos años. Estos objetivos son fundamentales para fortalecer la seguridad y la confianza de la ciudadanía en las instituciones.
- 1. Transformar la investigación penal: Se busca un cambio integral en el rol de la policía de investigaciones, incluyendo una mejora en la formación de los investigadores para abordar delitos de manera más efectiva.
- 2. Implementar estaciones policiales modernas: La meta es finalizar la construcción de estaciones policiales en las grandes ciudades, lo que implica abandonar la antigua estructura de comisarías, favoreciendo un modelo de policiamiento preventivo más eficiente.
- 3. Fomentar la participación ciudadana: Incrementar la confianza de la ciudadanía en las instituciones de seguridad, promoviendo el uso del 911 y facilitando denuncias para fortalecer los indicadores de seguridad.
- 4. Abordar delitos predatorios urbanos: Con la estabilización de la violencia, se podrá centrar la atención en delitos como robos y hurtos, mejorando así la percepción de seguridad en la población.
- 5. Expandir el modelo de seguridad en toda la provincia: La intención es llegar a áreas más pequeñas y rurales, implementando programas de seguridad adaptados a las características particulares de cada región.
Ampliación del sistema 911 y cobertura territorial
Un aspecto crucial de la estrategia de seguridad es la expansión del sistema 911. Este servicio ha incrementado su cobertura desde un 60% hasta un 72% de la población, con la ambición de alcanzar el 80% en los próximos años.
Sin embargo, la cobertura territorial sigue siendo un desafío. Actualmente, el 911 abarca aproximadamente la mitad de la provincia, y se prevé implementar un modelo que se adapte a las necesidades de las ciudades y pueblos que carecen de recursos tecnológicos adecuados.
Para las localidades más pequeñas, se planean programas de seguridad que incluyen la creación de una policía de proximidad. Esto permitirá una mayor conexión entre la comunidad y las fuerzas de seguridad, promoviendo un entorno más seguro y confiable.
Evaluación de las políticas de seguridad en 2024 y 2025
Marzo de 2024 fue un mes crítico que catalizó un cambio en la política de seguridad. Este periodo no solo fue testigo de un aumento de homicidios, sino que también unió a diversos sectores gubernamentales y sociales en torno a una causa común: combatir el delito.
El gobierno provincial, en colaboración con el federal y con la municipalidad de Rosario, estableció un frente común que incluyó la Fiscalía General del Ministerio Público. Esta colaboración ha permitido que los fiscales trabajen de la mano con los investigadores, logrando una respuesta más efectiva frente al crimen organizado.
Asimismo, el Poder Judicial contribuyó al no dictar medidas cautelares que pudieran atenuar las sanciones a los delincuentes, enviando un mensaje claro de que la justicia no cedería ante la presión del crimen.
Logros durante la primera mitad de la gestión
Los resultados de la gestión hasta ahora son significativos. La tasa de homicidios ha disminuido, y se ha implementado un sistema de respuesta del 911 que ha mejorado drásticamente. Actualmente, el tiempo de respuesta promedio se ha reducido de 18 minutos a menos de 7 minutos en las principales ciudades.
Además, se ha incrementado la población carcelaria, con un promedio de 3,2 nuevos detenidos cada día, lo que refleja un enfoque más proactivo en la detención de criminales. Este aumento ha requerido la creación de más plazas carcelarias, que se proyectan en más de 7,000 durante la gestión.
La finalización de la emergencia en seguridad y sus implicaciones
La decisión de terminar con el estado de emergencia en seguridad refleja la evolución exitosa de las políticas implementadas. Al inicio de la gestión, la falta de recursos demandó medidas extraordinarias, pero ahora la planificación y la estabilidad permiten avanzar con normalidad.
Esta transición es crucial, ya que se busca consolidar los avances logrados, manteniendo al mismo tiempo un régimen excepcional que permita la reincorporación de personal retirado. Este enfoque es esencial para abordar la falta de recursos humanos en las fuerzas policiales, asegurando que las áreas críticas estén debidamente cubiertas.
Ahora, el gobierno se encuentra en una fase de consolidación, donde las decisiones se toman en un marco de planificación a largo plazo, alejándose de la gestión de crisis. Esto permite a las instituciones operar con mayor eficacia y responder adecuadamente a las necesidades de la población.
Desafíos futuros y expectativas
A pesar de los avances, el camino hacia una seguridad pública efectiva en Santa Fe no está exento de desafíos. Es fundamental que las políticas implementadas continúen evolucionando y adaptándose a las realidades cambiantes de la criminalidad y la seguridad ciudadana.
La colaboración entre el gobierno, la sociedad civil y las instituciones es vital para mantener la confianza en las fuerzas de seguridad y asegurar que las estrategias se mantengan relevantes y efectivas. Un enfoque integral y colaborativo será clave para enfrentar los problemas de seguridad que persisten y garantizar un entorno más seguro para todos los ciudadanos.
La experiencia de Santa Fe puede servir de modelo para otras provincias y países que enfrentan situaciones similares, demostrando que, a través de la innovación y la colaboración, es posible avanzar hacia un futuro más seguro.












