Un triunfo categórico hacia afuera; un nuevo mapa de poder puertas adentro. Así podría definirse el impacto de las primarias del domingo pasado en Juntos por el Cambio en Santa Fe. Lo del triunfo ya se sabe: según el escrutinio provisorio sumó 10 puntos más que el peronismo. Hacia el interior se viene un profundo impacto en el diseño de la coalición, donde la incorporación formal de la UCR y el resultado electoral clausuran un pasado con decisiones condicionadas desde Buenos Aires y mucho poder en pocas manos.
Los 662.000 votos que obtuvo la suma de las listas de JxC, de acuerdo al escrutinio provisorio se repartieron de la siguiente manera: 203.000 para Carolina Losada – Mario Barletta (30%); 189.000 para Maximiliano Pullaro – Gabriel Chumpitaz (28%); 161.000 Federico Angelini – Luciano Laspina (24%), y 108.000 José Corral – Roy López Molina (16%). Esta última no integrará las boletas definitivas de diputados por no haber alcanzado el piso del 20% de los votos de la interna que establecía el reglamento.
Como se ve, una coalición en la que ninguno se cortó solo y en la que el poder refrendado en las urnas quedó repartido sobre múltiples patas bastante equilibradas entre sí. El tiempo irá mostrando la voluntad y capacidad de articulación entre esos socios para dejar atrás un esquema de poder fragmentado para pasar a otro de poder distribuido o asociativo.
El nuevo familiograma permite pensar en una alianza menos porteñocéntrica –aunque sin perder referencias de un proyecto que es nacional–, más horizontal y de mayor identificación con la realidad santafesina y su complejidad.
Como toda elección, dejó ganadores y perdedores. Entre los primeros no apareció un emergente indiscutible capaz de ordenar al resto. Por lo tanto hay que esperar una coalición donde convivan estructuras partidarias, referentes personales, representaciones territoriales y grupos de poder institucional. Nadie es descartable en el Junto por el Cambio Santa Fe modelo 2021.
Una “verdadera coalición”
El diputado provincial rosarino (a pesar de que él es chaqueño) Julián Galdeano fue el arquitecto de la lista que ganó la interna. Ideó y articuló una oferta que incluyó a referentes territoriales como el intendente de Avellaneda Dionisio Scarpin, el ex intendente de la capital provincial Mario Barletta y una candidata por fuera del molde, capaz de ahorrar procesos e inversión para su instalación.
El diputado provincial de la UCR, Julián Galdeano, destacó que en este escenario se abre la posibilidad de construir una alternativa en Santa Fe, con mayor protagonismo de todos los sectores que conforman la coalición.
Scarpin garantizó con su estructura regional una diferencia abrumadora sobre el resto. Sólo en el departamento General Obligado una suma neta de 36.000 votos sobre el segundo. La presencia de Barletta a la cabeza de la boleta de diputados fue una decisión táctica determinante: aguó los planes de José Corral, que apostaba por hacer diferencia en la ciudad capital, de la que ambos fueron intendentes. Barletta no sólo dividió el voto, sino que sacó 10.000 sufragios más que su sucesor.
Sobre cómo imagina el funcionamiento, Galdeano le explicó a AIRE: “Se abre una instancia donde por primera vez podemos funcionar como una verdadera coalición. Hasta ahora veníamos muy condicionados por decisiones que se tomaban en Buenos Aires. Si trabajamos con inteligencia, sumando el aporte que cada lista hizo al resultado global, nos va a dar la posibilidad de construir una alternativa en Santa Fe y el país. Ese es el principal desafío en el que estamos a partir de poder juntar a todos los que fueron candidatos. Diseñar la campaña de noviembre es el primer paso; y el segundo conformar la mesa provincial de Juntos por el Cambio y en cada departamento, algo que no se logró ni aun estando Macri en el gobierno”.
Una cuota de progresismo en Juntos por el Cambio
La otra sorpresa de la elección fue la lista Evolución del sector radical NEO. Fue el último en llegar a Juntos por el Cambio y tuvo un auspicioso debut en la primaria lo que le asegura una silla importante en la mesa de decisiones.
El NEO es una estructura partidaria que pivotea sobre los senadores provinciales de la UCR y la mayoría de los diputados provinciales y los jefes comunales de ese partido. Las referencias principales son los senadores, con Felipe Michlig a la cabeza, y el exministro de Seguridad Maximiliano Pullaro. Uno de los objetivos que se impuso este sector fue construir un elector propio a nivel provincial. Por eso el mismo domingo a la noche, ni lerdo ni perezoso, Michlig posicionó a Pullaro en la grilla por la gobernación en 2023.
Maximiliano Pullaro y Felipe Michlig demostraron que NEO es un espacio potente en Santa Fe.Digital
Desde el NEO ven un JxC muy diferente al de las Paso de 2015, cuando Macri le había ganado a Sanz y Carrió 25% a 3% y 2%. “Se perfila un frente político más progresista y con equilibrio de poder”, define el propio Pullaro. Hablar de “más progresista” en una alianza liberal de centroderecha es para la polémica, pero también expresa la voluntad de avanzar hacia la ampliación del espacio y darle un perfil acorde a la realidad de Santa Fe.
“Más progresista porque en muchas provincias está incorporado el Partido Socialista y en Capital Federal y Buenos Aires está el GEN de Stolbizer. Y con equilibrio porque claramente hay un radicalismo distinto, ni mejor ni peor, distinto, que disputó el poder en muchos lugares”, aclara.
El exministro de Seguridad de Lifschitz recuerda que “entre las tres listas (de radicales), y en coordinación con amigos del PRO, sacamos cerca de 530.000 votos; en Buenos Aires se hizo una excelente elección; en CABA hubo un equilibrio, también en Mendoza, Jujuy, Corrientes, en muchos lugares. Es un frente distinto, con equilibrio de poder entre los partidos, más amplio, más abierto, indudablemente un frente mucho mejor que el que estuvimos viendo entre 2015 y 2019”. Cabe aclarar que la voluntad de Pullaro y el resto del NEO todavía no obtuvo señales de acompañamiento desde el PS.
¿Se diluye la hegemonía del PRO?
La avanzada radical diluye la hegemonía que el PRO tuvo en otros tiempos, sin que eso signifique que renuncie a ser parte de los papeles protagónicos. Hay distintos aspectos a tener en cuenta en este sentido. En primer lugar hubo candidatos del PRO en tres de las cuatro boletas. Segundo, a nivel nacional Rodríguez Larreta fue el más fortalecido para liderar la coalición. En tercer lugar, es cierto que Federico Angelini compitió con todo el apoyo y el aparato nacional para ganar y salió tercero. La contracara que pone en valor su capital electoral es el triunfo en Rosario y un acta de escrutinio definitivo que dirá que la lista Santa Fe nos Une cosechó unos 180.000 votos.
Federico Angelini, que logró 180.000 votos en la interna, va a ser un socio clave para que la coalición funcione en las generales de noviembre.
“De cara a noviembre tenemos que estar todos juntos para ganar las elecciones, construir una opción ganadora. Nos necesitamos todos, cada uno aportando lo suyo. Es la realidad, entre unos y otros la diferencia fue dos o tres puntos, salvo Corral que le fue mal”, coincide Federico Angelini, vicepresidente nacional del PRO y tercero en la primaria como precandidato a senador.
“Es bienvenido ese nuevo esquema de funcionamiento de Juntos por el Cambio”, afirma Angelini, a quien durante los últimos años otros sectores del PRO y la UCR cambiemista le cuestionaban que no abría el juego. “Hay que tener en cuenta que hasta hace poco el radicalismo no estaba en Juntos por el Cambio, entonces es importante entender que la torta se divide más y la conducción también, independientemente de quien ganó. Si hubiera ganado yo, sería lo mismo, porque la UCR es muy importante en Santa Fe. Tenemos que tener al radicalismo unido”.
En cuanto a cómo imagina el funcionamiento en adelante, el diputado nacional dijo que “es fundamental un anclaje institucional, que no se cometan los errores que se vieron en otros frentes, donde se armaba una mesa pero nada de lo que sucedía pasaba por esa mesa. Se pueden hacer buenos y grandes acuerdos para 2023”.
“Crónica de una mala elección anunciada”
Roy López Molina, cabeza de lista de diputados que acompañó en la boleta a José Corral, lanza una serie de advertencias. Le dijo a AIRE que “ningún resultado electoral garantiza de antemano que esas cuotas de poder se modifiquen. Para que eso ocurra tiene que existir la convicción de que JxC necesita una discusión muy profunda de sus métodos, formas, valores identidad y proyectos”.
La lista de José Corral y Roy López Molina no integrará las boletas definitivas de diputados por no haber alcanzado el piso del 20% de los votos de la interna, que establecía el reglamento.
“Hay que tener cuidado con las fotos de unidad prematuras. La unidad y la convocatoria amplia tiene que ser a la gente, no necesariamente de cúpula de dirigentes. Esas fotos puede esconder la intención de que nada cambie. En los dos últimos años, al menos mi sector trabajó con mucha firmeza para que las cosas cambien y de haber evitado lo peor”, afirma el concejal rosarino, para quien “toda la política santafesina está atravesada por una discusión ética que también hay que hacer valer en este contexto”.
Adversario interno de Angelini, López Molina es muy crítico hacia el funcionamiento del partido. “Con respecto al PRO el resultado es malo, es crónica de una mala elección anunciada”, dice parafraseando el título de Gabriel García Márquez. “Si se reniega de los buenos liderazgos, se desplaza a los buenos dirigentes, se clausura la discusión interna y se la reemplaza por una estructura orgánica trucha, el resultado iba a ser malo, solo era un cuestión de tiempo”.
Profundiza, lapidario: “Es consecuencia inevitable de la mala praxis de quienes quisieron imponer liderazgos artificiales. A partir de ahí que se hagan cargo los que diseñaron esa estrategia. Nosotros no fuimos parte de esa conducción, en parte porque siempre dijimos que iba a terminar de esta manera. No se nos escuchó, ahora que cada uno se haga cargo de sus derrotas”.
En definitiva parecen haber quedado dos cosas claras después de las primarias del domingo: JxC puede ser una alternativa de poder en Santa Fe para 2023, pero en el camino no hay descartables y el futuro deberá ser administrado entre todos para que realmente sea futuro.