En un acto de vandalismo poco común, el propietario de un lavadero ubicado en la salida Norte de la ciudad, sobre la Ruta Provincial Nro 2, se encontró con una desagradable sorpresa al finalizar su jornada laboral. Alguien había robado la llave térmica del medidor eléctrico del establecimiento, dejándolo completamente sin suministro de energía.
Este incidente no solo interrumpe el servicio habitual del lavadero, sino que también representa un golpe económico para el negocio, dado que la falta de electricidad impide operar los equipos necesarios para su funcionamiento. Por ahora, la policía local ha tomado cartas en el asunto e iniciado una investigación para dar con los responsables del hurto.
La comunidad empresarial local está alerta ante este suceso, esperando que sea un hecho aislado y no una nueva modalidad de robo que pueda afectar a otros comercios en la zona. Se recomienda a los propietarios de negocios revisar y fortalecer las medidas de seguridad en torno a sus instalaciones eléctricas y otros activos valiosos.