Por ANDRES GIMENEZ – Personal del Comando se encontraba investigando el robo de varios elementos de bronce del cementerio municipal, incluyendo puertas de distintos panteones. Durante la investigación, se descubrió que un menor estuvo ofreciendo en venta material de bronce reducido durante el fin de semana. Este material coincidía con los elementos sustraídos la semana pasada desde el cementerio.
La policía procedió a inspeccionar un domicilio en Barrio Juan XXIII, cercano al cementerio. La madre del menor entregó voluntariamente una bolsa de arpillera que contenía una cruz y dos tarros de metal derretido, presuntamente el bronce robado. El procedimiento concluyó con la intervención de la Subsecretaría de la Niñez de Rafaela.
El caso subraya la importancia de la vigilancia y las medidas preventivas en lugares públicos como los cementerios. Además, destaca la necesidad de programas de concientización y apoyo para menores en situación de vulnerabilidad, para prevenir su involucramiento en actividades delictivas.
La recuperación del bronce robado y la rápida respuesta de las autoridades refuerzan la efectividad de la colaboración comunitaria y policial en la lucha contra el crimen.