Con casi cinco meses de inactividad debido a la decisión del gobierno francés de dar por finalizado el campeonato, la actividad en el país galo regresó por única vez para dar por finalizada la copa local, en donde se enfrentaban Paris Saint Germain y Saint Etienne en el Parque de los Príncipes.
Con la mente puesta en el duelo mano a mano ante Atalanta por los cuartos de final de la Champions League, los de Tuchel salieron a la cancha con mayoría de titulares para evitar sorpresa y ganar algo de rodaje a tres semanas del duelo, sin embargo, el costo iba a ser demasiado alto.
Revolcado de dolor, los jugadores armaron un tumulto en el campo de juego y, revisión en el VAR mediante, el árbitro decidió expulsar al histórico jugador de Saint Etienne, que disputaba su último partido como titular. Inmediatamente y con dolor, Mbappé abandonó la cancha dejando su lugar a Sarabia.
Con el hombre de más y aprovechando el resultado en favor, PSG dominó las acciones y llegó hasta el final para levantar su 13° copa de Francia (máximo ganador), pero con la triste y preocupante imagen del delantero francés que apareció con una bota ortopédica en su pierna derecha y muletas.
A 19 días del duelo con Atalanta, en Francia comenzaron las especulaciones de cuanto tiempo demandará la recuperación de Mbappé, al tiempo que deberá pasar por los estudios médicos y conocer el grado de la misma. Con la ambición de conquistar ese ansiado torneo europeo, en París empezaron a prender velas.