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Privatización del Belgrano Cargas: San Cristóbal en la incertidumbre

SCaldia
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El gobierno ha anunciado la privatización de la empresa de trenes Belgrano Cargas, una medida que genera gran expectativa en ciudades como San Cristóbal, cuyo desarrollo ha estado ligado históricamente al ferrocarril. El vocero presidencial Manuel Adorni informó que el Estado invirtió US$112 millones en la empresa durante el último año, sin mejoras significativas en el sistema ferroviario.

El plan, parte de la política del presidente Javier Milei de reducir la intervención estatal, incluye concesiones para los 7600 kilómetros de vías y el paso de locomotoras, vagones y talleres a capitales privados. La gestión apunta a aumentar la competitividad y eficiencia, disminuyendo costos en un 15% y reduciendo el personal.

Impacto en San Cristóbal

San Cristóbal, una ciudad que ha sido clave en la historia ferroviaria del Belgrano Cargas, enfrenta un futuro incierto. Si bien la infraestructura local podría mejorar bajo la gestión privada, el posible recorte de personal y la reducción de servicios preocupa a los trabajadores ferroviarios y la comunidad.

Sergio Sasia, secretario general de la Unión Ferroviaria, no se ha opuesto a la privatización. Su acercamiento a la gestión libertaria ha generado tensiones con otros líderes sindicales, como Rubén «El Pollo» Sobrero, que rechaza la medida. Sobrero criticó la concesión, advirtiendo que el Estado seguirá cubriendo los costos operativos más altos, y llamó a analizar “la letra chica”.

La región depende del transporte de cargas para sus actividades económicas, especialmente en la exportación de granos y productos agropecuarios. La privatización podría influir en la competitividad de la región, pero la comunidad ferroviaria de San Cristóbal teme que el proceso traiga aparejado un achicamiento del sector laboral.

Un cambio en el sistema ferroviario

Belgrano Cargas y Logística SA fue creada en 2013 para consolidar las principales líneas de transporte de carga del país. Sin embargo, la concesión de los 90 dejó un legado de ineficiencia que se ha arrastrado hasta la actualidad. En su anuncio, Adorni destacó que no ha habido avances en los últimos 50 años en cuanto a la capacidad de transporte de cargas, y la privatización busca corregir ese estancamiento.

La privatización en San Cristóbal podría cambiar profundamente la relación de la ciudad con el ferrocarril. Aunque algunos ven una oportunidad de mejora en la infraestructura, otros temen el impacto social y laboral. La comunidad ferroviaria y el sindicalismo local estarán atentos a cómo se desarrolle este proceso, con la esperanza de que el ferrocarril siga siendo un pilar de la ciudad.

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