Este lunes ingresó una nota dirigida a la presidenta de la Cámara de Senadores de la provincia, Alejandra Rodenas en la que se le informa que se ha conformado un nuevo bloque de legisladores. El nuevo espacio político dentro de la cámara alta se denomina «Lealtad» y es fruto de la fractura del bloque de 12 senadores del Justicialismo.
Además de informarle la conformación del bloque, en la nota se le solicita a Rodenas se designe un espacio físico y recursos humanos para poder desarrollar sus funciones.
La nota está firmada por los senadores por los departamentos La Capital, Marcos Castelló; de Rosario, Marcelo Lewandowski, de Garay, Ricardo Kaufmann y de Castellanos, Alcides Calvo.
Se trata de una de las primeras consecuencias políticas producidas por el escándalo que vincula a una red de juego clandestino del sur santafesino y sus vínculos con el Poder Judicial y el poder político.
Por lo pronto, del otro lado, quedaron los senadores José Baucero, Cristina Berra, Guillermo Cornaglia, Joaquín Gramajo, Rubén Pirola, Eduardo Rosconi, Osvaldo Sosa y Armando Traferri.
En el marco de la misma causa, esta mañana el senador por el departamento San Lorenzo, Armando Traferri realizó una conferencia de prensa en la que intentó hacer un descargo público sobre las acusaciones de tener contactos con la red de juego ilícito, realizado por el exfiscal Gustavo Ponce Asahad en el marco de una declaración imputativa.
La nota está firmada por los senadores por los departamentos La Capital, Marcos Castelló; de Rosario, Marcelo Lewandowski, de Garay, Ricardo Kaufmann y de Castellanos, Alcides Calvo.
El senador peronista Armando Traferri, cuyo desafuero será solicitado este lunes por los fiscales que investigan una red de juego clandestino, se defendió de manera pública en una conferencia de prensa, en la que su abogado José Luis Vázquez reiteró sus críticas contra el ministro de Seguridad de Santa Fe Marcelo Sain, al que acusó de dirigir “una agencia de inteligencia” en la provincia, “con carpetazos permanentes”. “Si yo no fuera senador estaría preso”, admitió Traferri.
En una extensa conferencia, que por momentos se enfocó en su recorrido político y su historial como legislador, no mostró ninguna prueba de la hipótesis que planteó: que es una causa armada por el ministro Sain. Criticó a los periodistas y también se encargó de forma hábil de mencionar a una docena de dirigentes de distintos sectores de la oposición, con los que generó “acuerdos”.
En el plano político, Traferri consideró que “cada vez que Perotti intentaba tener una buena relación con la Legislatura, aparecía Sain y explotaba todo. Estábamos reunidos Perotti, Roberto Mirabella y Alejandra Rodenas para conformar una agenda legislativa. La pregunta fue cómo hacían antes. Con Bonfatti nos reuníamos a través del ministro de Gobierno y acordábamos los endeudamientos y reclamábamos obras para nuestros departamentos”. “Se acordaba el 40 por ciento de las leyes. Uno nunca puede pensar que tiene la verdad absoluta. Hay un modelo intolerante y otro dialoguista. Cómo hacíamos con Lifschitz, lo mismo, aunque era más duro. Todas las leyes las sacamos producto del diálogo”, sostuvo.
Orígen de la ruptura
Los chispazos dentro del PJ se hicieron notar fuertemente hace algunas semanas cuando de modo express la Legislatura provincial sancionó dos proyectos de ley que parecían estar destinadas a condicionar el trabajo del ministro de Seguridad, Marcelo Saín.
Fueron dos leyes que terminaron vetadas por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti: una trataba sobre los gastos reservados para las investigaciones criminales y la otra sobre incompatibilidades de funcionarios del Ministerio Público de la Acusación.
