En el cruce a Santiago del Estero, por ruta nacional 34, los controles, “descontrolaron” a la coherencia, y a la humanidad propia de las personas.
Se viven dias de penurias a muchos santiagueños, que por un permiso que nunca llega, están varados a la intemperie, con frío, lluvias, y sin respuestas.
Emanuel Herrera, es uno de esos tantos testimonios vivos que la cosa en el pase de Santiago está “complicada”. Herrera, un joven desesperado, no puede lograr que su padre de 62 años no pueda volver a su localidad. Un pequeño pueblo en cercanías a Herrera. “Mi papa vino de Olmos La Plata, hace siete dias que está en este cruce esperando que le autoricen el “regreso a casa”.
Esa autorización nunca llega. Dan vueltas, la gente se desespera y no tiene ninguna respuesta.-Cruzar una caminera, una frontera, nada más que eso.
“Yo agradezco a la gente que vino a charlar con nosotros, gente de Ceres, de Selva, pero la respuesta la tiene el Gobierno de Santiago. Ni siquiera la policia tiene la culpa de lo que nos pasa, es una respuesta que tiene que darnos el Gobernador. Le pedimos por favor que deje pasar a mi padre, nosotros vamos a un campo y alli nos quedaremos haciendo la cuarentena”.
Los testimonios que se escuchan en la frontera a pocos kilometros de Ceres es terrible inhumano. ¿Que nos está pasando?. Porque un gobierno provincial le niega el pase a sus propios conprovincianos?.
Nadie responde, la gente sigue esperando ese tan ansiado permiso, otros esperan que se ablande el corazón y puedan pasar.
En Santiago del Estero se les niega el pase a mucha gente, gente de a pie. Que en ningún momento se están negando a realizar una cuarentena.