Por ANDRES GIMENEZ – Lo que alguna vez fue un punto de encuentro para vecinos y familias, hoy es una postal del abandono. La Plaza Sargento Bustamante, a pesar del esfuerzo de la Vecinal, presenta un estado degradante:
- Farolas sin funcionamiento, ya que los cables fueron robados y jamás repuestos.
- Tachos de basura desaparecidos, por lo que los residuos se esparcen sin control.
- Falta total de mantenimiento, con estructuras dañadas y áreas verdes sin cuidado.
- Cámara de seguridad municipal que no ve nada, instalada solo para decorar.
Ah, y como toque final de este escenario “pintoresco”, hasta ropa interior tirada en el lugar donde juegan los niños de día y los «no tan niños» de noche.
La inseguridad y el abandono, protagonistas de la plaza
La plaza es un espacio pensado para la recreación, pero en su estado actual, los únicos que la disfrutan son los delincuentes, el vandalismo y la indiferencia oficial. La falta de iluminación la convirtió en un punto de riesgo para quienes transitan por la zona.
Los vecinos llevan meses reclamando sin obtener respuestas. Mientras tanto, la cámara de videovigilancia municipal permanece como un adorno más en este museo de la decadencia urbana.
La ciudad que merecemos
San Cristóbal tiene en la Plaza Sargento Bustamante un símbolo de su gestión pública. Mientras el municipio mira para otro lado, los vecinos siguen acumulando frustración.
Quizás es momento de preguntarnos si realmente nos merecemos vivir en una ciudad así… o si, en realidad, nos han condenado a aceptarlo.