Ambos decidieron celebrar uno de los días más importantes de sus vidas con niños y familias desconocidas.
En el mundo hay muchas personas que crecen con el sentido de la solidaridad y el compromiso social, por eso querrán aprovechar cada oportunidad que tengan para ayudar a todo aquel que esté necesitado.
Bien lo sabe esta pareja de Guarapari, Brasil, que luego de dos años y medio de noviazgo, decidieron dar uno de los pasos más importantes en su relación: casarse.
Pero como ambos crecieron ayudando al prójimo, decidieron que no celebrarían como cualquier matrimonio, sino que querían que las personas más necesitadas lo disfrutaran con ellos.
Fue precisamente durante la misa de la boda cuando se les ocurrió la gran idea. Apenas comenzó a sonar «Mi reino tiene mucho que decir» de J. Thomas Filho y Frei Fabreti, un pasaje del canto que evoca el evangelio de Lucas los terminó por inspirar:
Si bien varios amigos les dijeron que estaban locos, ellos cinco días después de casarse tenían todo listo para celebrar con los desconocidos.
Invitaron a cenar a 160 personas necesitadas, entre niños y familias y finalmente todos sus seres queridos los ayudaron a concretar la solidaria iniciativa.
De acuerdo a las palabras de la recién casada, Ana Paula Meriguete, toda la celebración fue conmovedora, de principio a fin. «Cuando entró la primera familia, nos emocionamos mucho. Y yo sé que fue muy importante y emocionante para ellos también» recordó la chica de 23 años.
Para su marido, Victor Ribeiro, de 24, fue una cena llena de amor. «Durante la cena, los niños e incluso los padres de ellos nos venía a abrazar y a felicitar. Vivimos aquello realmente como nuestra fiesta de bodas. Recibimos mucho más de lo que damos. Salimos de ahí llenos. Cuando terminó la cena, nos miramos el uno al otro y fue una sensación de realización. El sentimiento es de gratitud».
De seguro tanto los recién casados como esas personas desconocidas recordarán este día como una hermosa reunión de amor y solidaridad.