La investigación, que se originó a partir de una denuncia, apuntó a una empleada policial que presuntamente ofrecía en venta motocicletas que estaban bajo custodia policial en la dependencia donde trabajaba. Las acusaciones se extendieron al esposo de la policía, quien según informes, comercializaba los vehículos en el barrio.
Durante el allanamiento en la vivienda de la pareja, las autoridades incautaron tres motocicletas de distintas marcas, todas con indicios de haber sido secuestradas previamente por la policía. Además, se hallaron documentos y actuaciones penales a cargo de la detenida, sin el debido proceso administrativo.
En un procedimiento simultáneo, se allanó la vivienda de un familiar del esposo de la policía, donde se encontraron partes de motocicletas y una Yamaha Criptón con reporte activo de robo, destacando que la policía detenida estaba a cargo de la investigación de dicho robo.
El operativo también incluyó un allanamiento en un taller mecánico, donde se decomisaron motopartes de origen dudoso y su propietario fue detenido. Adyacente al taller, se incautaron más partes de motocicletas y un revólver calibre 38, resultando en la detención de otra persona por posesión indebida de arma de fuego.
Los involucrados fueron formalmente imputados por el fiscal Dr. Ezequiel Hernández en los Tribunales de Santa Fe. Este caso subraya la continua lucha contra la corrupción y el delito dentro de las instituciones encargadas de la seguridad pública, resaltando la importancia de la vigilancia interna y la integridad en las fuerzas policiales.
