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¿Por qué la Justicia de Santa Fe busca a una monja de barrio Las Flores?

SCALDIA
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Monja de barrio Las Flores, La Justicia de Santa Fe ordenó la detención de una monja que en 2020 supo ser detenida y luego liberada por una causa en la que fue imputada por amenazas, falsas denuncias y usurpaciones, hechos que habrían tenido lugar en el monoblock 4 del barrio Las Flores y en donde la mujer le habría dicho a vecinos que “los iba a degollar a todos», mientras se desarrollaba un cumpleaños.

Se trata de Elbia Eugenia Lima, una excarmelita descalza del convento “El Carmelo” de la localidad de Pueblo Esther, a 20 kilómetros de la ciudad de Rosario. Sin embargo, con el correr de los años dejó el monasterio por lo que la congregación a la que pertenecía la declaró “exclautrada”. Sobre la misma, pesa un pedido de captura librado el pasado 24 de octubre por la fiscal del Ministerio Público de la Acusación, María Laura Martí.

Monja de barrio Las Flores

Monja de barrio Las Flores

Dicho pedido surgió a partir de que la mujer entregada a Dios no se presentó a una audiencia imputativa a la cual había sido citada en libertad por la Fiscalía y en donde se había fijado que sea acusada por nuevos hechos delictivos, según indicaron fuentes judiciales a AIRE. Como no se presentó, la fiscal del caso ordenó su detención y puesta a disposición de la Justicia. 

El caso recientemente sumó un nuevo condimento y es que la hermana de la monja, María Estela Lima, fue detenida el pasado viernes por agentes de la Sección Capturas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) por, según entendió la fiscal, haber realizado una exposición espontánea en la Fiscalía en donde se hizo pasar por su hermana monja. 

Tal circunstancia ocurrió el 20 de octubre pasado cuando Lima se presentó en la sede del Ministerio Público de la Acusación de calle 1° de Mayo 2820 y le dijo al empleado de la mesa de entradas que no iba a asistir a una audiencia imputativa que había sido fijada para el día siguiente. De hecho, sostuvo que no comparecería a la audiencia, ya que se había quedado sin abogado defensor de confianza y que no tenía garantizado su derecho a la defensa con letrados del Servicio Público de la Defensa.

La mujer en 2020 fue expulsada del monoblock en donde residía. Ahora la buscan para imputarle nuevos hechos.

La espontánea presentación hizo que intervenga la secretaria de Gestión del MPA, Andrea Amezaga, la cual le tomó una declaración pensando que era la verdadera imputada. Es decir, Elbia Eugenia Lima, la monja hoy prófuga. A raíz de la presentación, la fiscal cotejó luego las cámaras de seguridad de la mesa de entradas del MPA y tras observar los registros fílmicos detectó que la monja no había sido quien había estado en la Fiscalía, sino su hermana. En efecto, ordenó su detención tanto para ella como para la monja. 

Finalmente, el pasado 4 de noviembre, la impostora fue detenida por investigadores de la Sección Capturas en Bernardo de Irigoyen 7700 entre Pavón y Ayacucho. Dos días después, fue imputada por la fiscal Martí en una audiencia en tribunales en donde le achacó ser autora de “falsedad ideológica de documento público por haber insertado en un instrumento público declaraciones falsas”. 

Este martes, el caso volvió a sumar un nuevo capítulo cuando la fiscal pidió que María Estela transite la causa con prisión preventiva por haber sostenido que la mujer entorpeció la labor de la Justicia. Inclusive, la funcionaria judicial habló de un “proyecto sistemático” realizado tanto por la imputada como por su hermana para interrumpir la investigación por lo ocurrido en 2020 en el monoblock del barrio Las Flores cuando fue acusada de seis hechos delictivos. Entre ellos, arrojar agua caliente a un patio en donde había niños jugando. 

Desde la otra vereda, la defensa de María Estela, a cargo de Pedro Busico, rechazó el pedido y argumentó que se violó el derecho a la defensa porque a su clienta se le tomó una entrevista sin su abogado defensor. “De mínima es una falta grave, pero si afinamos el lápiz es violencia institucional”, cuestionó y solicitó que su asistida recupere la libertad y quede bajo la guarda de un familiar. 

El juez Jorge Patrizi por su parte, acreditó el hecho investigado, pero rechazó la prisión preventiva dictada por la fiscal Martí por lo que ordenó liberar a la hermana de la monja una vez que aparezca un guardador el cual hasta el momento no fue presentado por la defensa. No obstante ello, determinó que la mujer se presente cada 30 días a firmar al MPA, para demostrar que está sujeta al proceso judicial.

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