Más asesinatos que todo Córdoba, Los números sorprenden: mientras en toda la provincia de Córdoba (donde viven casi 3.8 millones de habitantes) se produjeron 96 homicidios durante 2022, la cantidad de asesinatos registrados durante el mismo año en el departamento Rosario (habitado por casi 1,3 millones de personas) fue de 288. En otras palabras, la principal ciudad de la provincia de Santa Fe triplicó el año pasado el número de homicidios registrados en toda la vecina provincia, según los datos oficiales generados desde ambas jurisdicciones.
Más asesinatos que todo Córdoba
Si se compara a Rosario con la ciudad de Córdoba (que tiene poco más de 1.4 millones de habitantes), las diferencias con respecto a la cantidad de asesinatos son abrumadoras: 288 muertos en el Gran Rosario, contra apenas 51 de la capital cordobesa. En otras palabras, por cada persona asesinada en la ciudad de Córdoba, mueren 5,6 rosarinos en hechos de violencia.
Más allá de estos números globales, a nivel internacional los niveles de homicidios se miden de acuerdo a la cantidad de asesinatos que se producen cada 100.000 habitantes. En este sentido, durante 2022 la ciudad de Rosario tuvo una tasa de 22 homicidios por cada 100.000 personas, mientras que en el mismo período la ciudad de Córdoba alcanzó las 3,65 muertes por cada 100.000 personas.
La multiplicación de la extrema violencia que azota especialmente a Rosario -en el departamento La Capital los índices de homicidios de 2022 fueron bajos en términos históricos- impacta negativamente en las estadísticas de asesinatos a nivel provincial. En este contexto, toda la provincia de Santa Fe tuvo 405 homicidios el año pasado, número que cuadriplica la cantidad de asesinatos registrados en toda la provincia de Córdoba durante el mismo período.
AIRE consultó a dos funcionarios que ocupan diversos roles dentro del Ministerio de Seguridad de Santa Fe. Por un lado, a Claudio Brilloni, secretario de Seguridad Pública de la Provincia, un cargo que puede equipararse al de un viceministro del área. Por otro, a Jorge Fernández, secretario de Política y Gestión de la Información del Ministerio y responsable del Observatorio de Seguridad Pública provincial, desde donde se elaboran las estadísticas locales.
Brilloni es comandante general retirado de Gendarmería Nacional y asumió en el actual cargo en abril del año pasado.
Para este funcionario, tres factores resultan clave para explicar el fenómeno de la violencia extrema en Rosario y para intentar una comparación con lo que sucede en Córdoba: el grado de violencia social instalado en este conglomerado santafesino, la existencia de bandas narcocriminales organizadas y el enclave geográfico estratégico, con 14 rutas nacionales, 14 rutas provinciales y 20 rutas provinciales secundarias con conexiones a los puertos.
Rosario violenta: ¿geografía, narcos e idiosincrasia?
Claudio Brilloni está convencido de que «la explicación primaria pasa por el grado de violencia instalado en la sociedad rosarina, en las diferencias que existen en la idiosincrasia de Rosario y de Córdoba, más allá de la evidente ineficacia de las políticas de seguridad implementadas durante décadas en la provincia de Santa Fe».
«En este contexto social -agregó-, uno de los puntos esenciales que debemos atacar es la fácil accesibilidad a las armas de fuego, ya que entre el 80 y el 90% de los homicidios cometidos en Rosario se comenten con este tipo de armamento. Hay un organismo nacional que es el responsable del control de armas en todo el país -se trata del Anmac, Agencia Nacional de Materiales Controlados-, pero necesitamos articular más finamente ese trabajo de control para colaborar».
El narcotráfico aparece para Brilloni como factor crucial en este escenario de violencia que azota a Rosario, más allá de que también en el resto de las grandes ciudades argentinas existen bandas narcocriminales: «En el caso rosarino se agrava la situación porque esta provincia tiene 878 kilómetros de frontera pluvial, más de 1.200 kilómetros de frontera terrestre, y con una zona portuaria estratégica no solo para la economía legal, sino también para la ilegalidad».
«Córdoba, en cambio, no tiene puertos, ni la misma proximidad con la provincia de Buenos Aires», insistió.
La mirada del responsable de elaborar las estadísticas criminales
Desde la Secretaría de Política y Gestión de la Información del Ministerio de Seguridad de Santa Fe, Jorge Fernández, advirtió que «las estadísticas que se elaboran en esta provincia cuentan con datos de la Policía, del Ministerio Público de la Acusación y también del sistema de salud. A diferencia de lo que sucede en otros distritos, donde solo se trabaja con información policial».
De todos modos, el funcionario reconoció que este factor no resulta suficiente como explicar las notorias diferencias que existen entre los índices de homicidios que se registran las provincias de Santa Fe y de Córdoba, de similares características y número de habitantes.
Fernández resaltó que «la variable fundamental que explica la situación en Rosario es la presencia de bandas narcocriminales, que durante los últimos años vienen siendo descabezadas y esto genera una atomización que desemboca en una lucha por el territorio y por el negocio. El 70% de las muertes violentas en Rosario se relaciona con estas peleas».
«En cambio -añadió- en la ciudad de Santa Fe hemos tenido una tasa de homicidios realmente baja en términos históricos, con 66 asesinatos en todo 2022».
Para Fernández, la dinámica de las bandas narcocriminales de Rosario «es propia y estructural… En algún momento hubo dos o a lo sumo tres grandes organizaciones grandes, pero durante los últimos años fueron descabezadas y entonces surge una disputa violenta por el liderazgo y los nichos de mercado. De hecho, son muchos los narcos que lideraron estas organizaciones y que en estos momentos se encuentran detenidos o condenados».
«Cuando se desbarata una organización, surgen dos o tres nuevos grupos. Pero a pesar del recrudecimiento de la violencia hay que continuar por esta senda. Nadie puede negociar una tregua o realizar un pacto de paz con una organización criminal. Esto debe ser una política de Estado y, obviamente, tiene que ser perfeccionada», insistió.
Fernández remarcó que «también es clave el compromiso del Gobierno federal para enfrentar al narcotráfico, ya que lo que sucede en Rosario es un problema de toda la Argentina.
Hace poco más de un mes -el pasado 7 de diciembre- el ministro de Seguridad de la Nación, Aníbal Fernández, visitó la ciudad de Rosario. Ese día, ante las preguntas de la prensa por los históricos índices de homicidios, el ministro respondió: «Por qué me preguntan a mí y no le preguntan a Santa Fe… Por qué no resolvió este tema en 20 años… Qué me lo preguntan a mí, que somos de otro lugar… No quieran achacárselo a un gobierno federal, cuando tendría que haberlo resuelto la provincia de Santa Fe».