Marido de Soledad Pastorutti, De Soledad Pastorutti se sabe todo, o casi. Abierta y transparente, la artista siempre se mostró muy afable a contar detalles de su cotidianidad. No en vano, la conocemos desde su tierna adolescencia, cuando revolucionó la escena folclórica revoleando el poncho y se ganó el apodo de “el Tifón de Arequito”.
Sobre su vida sentimental, siempre se la vio con su eterno novio, Jeremías Audoglio, a quien conoció al terminar la Escuela Nocturna de su ciudad, en 1998. Crecieron juntos y, tras nueve años de noviazgo, se casaron en 2007. En 2010 tuvieron a su primera hija, Antonia, y tres años después, llegó Regina.
A lo largo de los años, se lo vio al “El Jere” siguiendo los pasos de “La Gringa”, como los conocen en la ciudad santafesina. Donde iba ella, iba él, siempre anotado en la gira, para acompañarla en sus shows, eventos y demás. Desde entonces, la pregunta sobre a qué se dedica quedó instalada.
¿Tiene respuesta? Por ahora, hay algunas pistas. Tanto La Sole como Jeremías nunca develaron cuál es el rol del hombre en la economía familiar, ni cuál es su trabajo. Pero hay datos: el muchacho está a cargo del cuidado de los campos que tiene en la zona Soledad. «Es una especie de gerente. No sabe mucho del tema, pero le pone mucho énfasis», explican.
Marido de Soledad Pastorutti
Lo cierto es que, claramente, parece ser una actividad flexible, ya que Audoglio no tiene que cumplir horarios en un lugar físico.
“Cuando me instalé más en Buenos Aires, él se vino conmigo», contó Pastorutti en una entrevista de la revista Caras. «El amor no tiene explicación, sucede y hacés cosas que nunca imaginaste. Somos el agua y el aceite, pero congeniamos perfectamente como familia y pareja”, dijo también.
Y, en otra oportunidad, detalló en su paso por Cortá por Lozano: “Él es más pensante y yo, más impulsiva. Por eso me ayuda a veces a mantener los pies sobre la Tierra. ¡Es tan buena persona como marido y papá!”.
En una de las contadas ocasiones en las que Audoglio habló, en la trastienda de un festival, en el verano de 2020, dio a entender lo que hacía junto a la Sole en sus shows: “Es estar acá, apoyando y venir y trabajar. Es ser el primero que llega y el último en irse a la noche con el desarme”.
¿Será, acaso, que se ocupa de sus hijas y de la organización de las tareas del hogar también? No parece que este sea el caso, ya que, por lo que él contó, aunque la Sole sea una artista súper requerida es ella la que sigue cargando con el rol tradicional de ama de casa, como si estuviéramos en 1950.
«Ella se levanta 6.45 y va al galpón donde está el camión de gira, generalmente casi siempre hay algo de mantenimiento que hacer con los choferes. Si tiene algo de ropa blanca la lava a mano y el resto en el lavarropas», detalló, al pintar cómo era un día en su vida.
«Después cocina. Básicamente, una vida normal, hay que hacer cosas en la casa, Sole es la que cocina, la que lava la ropa, la que limpia y la que más atiende a las nenas», admitió, mientras él regresa del campo. Y aclaró qué se limita a hacer: «Yo, si no estoy en la oficina, le doy una mano a los chicos en el galpón». Clarísimo…
