Los expertos en el tema alertan que existe un gran riesgo en el uso del glitter que es furor entre los jóvenes. Esta es la alternativa para reemplazarlo.
Existen dos tipos de personas: las que aman echarle glitter a todo lo que tocan y quienes creen que es un invento traído desde lo más profundo del infierno. ¿Has intentado barrerlo de tu piso? Una vez que ha sido liberado, jamás te abandonará. Pero aun así su brillo nos hipnotiza y nos encanta. La realidad es que la diamantina es mucho más peligrosa de lo que su atractiva apariencia refleja.
El glitter es una mezcla de plástico PET con aluminio. Al plástico le toma mínimo 100 años degradarse de forma natural. La diamantina es parte de una familia conocida como microplásticos, en donde sus hermanos son las microbfibras, las microperlas (como las que contienen algunos exfoliantes) y cualquier pedazo pequeño que se desprenda de un objeto de plástico.
Aunque se vean minúsculos e inofensivos, los microplásticos no son reciclables y el glitter, al ser un derivado del petróleo, también se desaparece en cientos de años. El gran problema de la diamantina es la facilidad con la cual termina en los drenajes y mantos acuíferos.
Trisia Farrelly es antropóloga social y experta en deshechos plásticos. Farrelly explicó en un artículo de AlterNet que con el paso del tiempo, los microplásticos se acumulan en el fondo de los ríos y mares.
El plástico PET libera químicos que alteran los procesos endócrinos de los animales acuáticos. Estos afectan los sistemas reproductivo, inmune e incluso neurológico de los animales que lo consumen por accidente, de acuerdo con Farrelly.
Además, el plástico absorbe con facilidad otro tipo de contaminantes orgánicos. Así que los riesgos que ya traía de fábrica se incrementan todavía más.
Las consecuencias de consumir microplásticos no se detienen ahí, porque ese pescado que ingirió PET puede llegar al plato de tu cocina. Un estudio de la Universidad de Ghent descubrió que los amantes de los mariscos comen en promedio 11 mil 000 microplásticos al año.
El Dr. Colin Janssen, uno de los investigadores del estudio, dijo en una entrevista a Sky News que se calcula que un 99 % de esos plásticos son desechados por el cuerpo, pero el 1 % restante es absorbido por nuestros tejidos. Y entre más contaminación exista en el océano, más plástico entrará en la cadena alimenticia.
Si a ti te encanta que tu maquillaje, piel, ropa y todo brille tanto que hasta deslumbres a los extraterrestres, ¡no te preocupes! No tienes que abandonar por completo el glitter, sólo es necesario que seamos consumidores conscientes.
Según vix existen varias compañías que se dedican a crear diamantina biodegradable, para conservar el glamour mientras cuidas el medio ambiente. Un de ellas es BioGlitz, cuyo glitter es completamente biodegradable e incluso se puede echar en tu composta junto con las cáscaras de huevo y las hojas del patio. Otras marcas de diamantina segura para el ambiente son EcoStardust (la cual dona el 10 % de sus ganancias a caridad) y Eco Glitter fun.
Esta situación nos recuerda que no importa qué tan pequeño nos parezca un problema; si esos pocos se acumulan, pueden convertirse en un gran apuro.