Ad image
Ad image
Ad image

Lluvia y abandono: calles intransitables, vecinos hartos

Las calles de San Cristóbal son un desastre, exclaman los vecinos. Con la vuelta de las lluvias, regresó también la intransitabilidad total en los barrios, exponiendo el resultado de una gestión que no planifica, no escucha y no recorre.

SCaldia

Con cada lluvia, San Cristóbal se convierte en un campo minado de pozos, barro y peligro, no solo para vehículos, sino también para quienes se atreven a caminar o circular en moto y bicicleta.

La situación ya no sorprende, pero indigna. Una de las calles que supuestamente fue «reparada» por el municipio —Dorrego, en barrio Mariano Moreno— duró menos que un anuncio en redes sociales: a los días, ya es intransitable.

“¡Por favor!”, reclaman con desesperación. Pero el municipio parece tener otras prioridades.

No se trata de un hecho aislado. En calle Salta y Azcuénaga, lo que antes era ripio ahora es tierra suelta y barro puro, donde ni los autos ni las motos pueden circular sin correr riesgos. Los vecinos están cansados de pedir, de esperar y de recibir excusas.

¿Quién responde?

La pregunta es directa, y debería incomodar: ¿Intendente, usted ve el estado de la ciudad que gobierna? ¿Está al tanto de lo que sufren los vecinos cada vez que llueve? ¿O prefiere mirar para otro lado mientras el barro tapa la ineficiencia?.

La ciudad no necesita discursos, necesita gestión. El problema de fondo no es la lluvia, es la falta de planificación, de mantenimiento y de sentido común. Las calles no colapsan por un chaparrón, colapsan porque están mal hechas, mal mantenidas y peor gestionadas.

El vecino ya no tolera más parches. Exige soluciones reales, calles transitables y funcionarios que trabajen con responsabilidad.

La bronca crece, y con razón

El pedido es claro y contundente: “¡Dejen las calles de ripio como están! Al menos esquivando los pozos se puede transitar”. ¿Tan difícil es escuchar antes de arruinar? ¿Tan complicado es priorizar el mantenimiento real por sobre la imagen?

San Cristóbal no necesita más arreglos improvisados, ni obras para la foto. Necesita calles firmes, transitables y en esta caso con los pies en el barro… no en el escritorio.

Comparte este artículo
Ad image
Ad image
Ad image