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En su vuelta a la República, Ferro cosechó un empate

SCALDIA
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La segunda fecha de la Ceresina dejó como saldo dos grandes triunfos en condición de visitante, el del CAT en tierras ceresinas, y el de Atl. Ceres Unión en San Guillermo, hecho que significó que esos dos equipos sean los únicos punteros de la liga. 

En San Cristóbal, Ferro hacía su presentación de manera oficial en la temporada, veía de perder en Villa Trinidad y necesitaba levantar cabeza, pero le costó enormidades. 

Tuvo un juego colectivo flojo, extrañó a más no poder a Fernández y Fragata, claramente sus dos primeros pases, el que sale jugando de abajo y el que le da destino y orientación a la jugada.

Durante todo el primer tiempo estuvo inconexo, mostraba como única alternativa, para acercarse al arco de Díaz, un pelotazo largo en busca de Cabral y que este la baje para los que llegaban de atrás y le pasaban por los costados, pero ni así se aproximó al arco rival. Por su parte, Selva mostró orden y disciplina, y con eso le alcanzó para ser más que el elenco de Bodoira en esos primeros 45. 

Un equipo compacto, que se movía en bloques y se aferró a una solida defensa, basó sus ofensivas por las bandas, aprovechando más que nada los cambios de frentes o centros largos a espaldas de los laterales y a partide ahí creció.

Tampoco vamos a decir que le sobró mucho, pero claramente le alcanzó para ser más que Ferro en esa etapa inicial en la cual se fue ganándola por el gol de Conrado Madrile López a los 25 minutos, un goleador de raza, pero que también pecó de ingenuo, porque se hizo amonestar por protestar y dos minutos más tarde fue a pegar una patada y se ganó la segunda amarilla antes que finalice la primera mitad. 

En el complemento Ferro tenía la obligación de ir a buscar el partido, pero fue más de lo mismo. Repetitivo, inconexo, errático (Baigorría tapó lo que pudo ser el 0-2), al menos hasta el ingreso de Taborda quien fue el que le cambió la cara al partido. 

Axel tuvo una o dos insinuaciones previas. Fue más revulsivo que el resto y le metió algo de pimienta al ataque de Ferro, pero sin lugar a dudas que la mejor que hizo fue la jugada y centro gol para el empate. Asediado por la marca metió un centro perfecto a la cabeza de Cabral, la pelota cayó en el lugar donde tenía que caer, y el arma letal que tiene Ferro en el área no perdonó. 

El gol le significó un envión anímico, pero no duró mucho. Si bien el Verde fue más ganas que juego, deberá mejorar mucho de cara a lo que viene. El domingo tiene una buena oportunidad, viaja a arrufó que todavía no ha cosechado puntos, para los de Bodoira será el momento de despegar y no dejar más oportunidades en un torneo corto en el cual ya le dio sus “changuis”, si realmente quiere ser protagonista, deberá sumar de a tres.  

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